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Cuarentena.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez.

Mucho se ha hablado, y se seguirá hablando en estos días, de lo que implica el coronavirus, su riesgo de contagio, la incapacidad de los servicios de salud para atender la pandemia, así como la dificultad para que muchas personas permanezcan en casa.
México se ha caracterizado, mucho tiempo, por tener una fuerte economía informal, gran cantidad de mexicanos no cuentan con un ingreso fijo o seguridad social, dependen de la actividad económica que realizan día a día para llevar sustento a su casa, en ese sentido, el suponer que la población permanecerá encerrada en su hogar mientras se supera la crisis sanitaria en la que nos encontramos, sería una falacia.
En momentos como estos, la solidaridad del pueblo mexicano siempre ha sido clave para salir de las fuertes crisis que nos han aquejado, sin embargo, la pregunta es ¿qué se puede hacer cuando se carece de un liderazgo claro por parte de las autoridades? O bien ¿si para salir de esta crisis necesitamos, no sólo de la buena voluntad de los mexicanos, sino también de la capacidad de destinar recursos a los sectores que más los necesitan?
Hay ocasiones en las que los mexicanos hemos podido organizarnos solos, sin necesidad de que las autoridades lo hagan, como en las catástrofes naturales, donde se han visto rebasadas por la capacidad de respuesta de los mexicanos, sin embargo, hay otras ocasiones, como la presente, en la que, necesariamente, tendremos que recurrir a las autoridades para que organicen la estrategia, porque no se trata de recoger los muros caídos, sino de evitar que la población completa se derrumbe, bajo la falta de organización de todas y cada una de las instancias necesarias para superar la pandemia.
Si el personal de servicios médicos, incluidos todos - hombres y mujeres, así como todos los niveles de atención indispensables para brindar servicio de calidad – no tienen los recursos materiales suficientes para atender el próximamente colapsado servicio de salud, entonces estaremos en un serio problema.
Pero ese problema será después, después de que mucha gente tenga que salir de su hogar porque no puede permanecer en casa, no porque no quiera acatar las medidas de aislamiento, sino porque quedarse en casa implica perder el sustento diario.
Es ahí donde la pregunta es a las autoridades ¿cómo atenderán al segmento de la población que, necesariamente, tiene que salir de casa para poder comer? Esta estrategia debería estarse desarrollando de manera paralela a la de aislamiento social, porque no podemos concebir un llamado de las autoridades a quedarnos en casa, sin una acción paralela que le diga a la población que al no salir de su casa seguirá teniendo sustento, alimento en su mesa, un techo sobre su cabeza.
Repartir dinero no siempre es la solución. Pero si ahora nos ha dado por repartir dinero a diestra y siniestra a sectores de la población diversos, porque no pensar ahora en repartir insumos o recursos a aquellos que no podrán trabajar para evitar la propagación de un virus. Lamentablemente no hemos visto nada claro en este sentido, y es lamentable, porque pareciera ser que este es un virus de ricos que llega a México por responsabilidad de aquellos que han salido del país y visitado los lugares contagiados, sin embargo, como es costumbre, serán aquellos que no pueden permanecer en casa, los más vulnerables, los que se arriesguen a salir de casa para poder comer día a día, independientemente de la amenaza del virus que llegó del exterior.
Hagamos un llamado colectivo a las autoridades para que implementen una estrategia para apoyar en estos momentos a quienes más necesitan ese apoyo y podamos todos permanecer en casa.
Docente – Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. E-mail: giron705@hotmail.com