Y ¿Dónde está el presidente?
Por: Juan Carlos Girón Enriquez
Al ejercito de blanco, que desde el sector salud, cuida a la población de México.
En especial, al Dr. Marco Antonio Hernández Medina.
A partir de la contingencia de salud decretada por el Ejecutivo Federal, que ahora ya se convirtió en emergencia, se ha hecho costumbre que todos los días a las 19:00 horas se lleve a cabo una conferencia de prensa en la que algunos integrantes del ejecutivo presentan a los representantes de los medios de comunicación información en torno a las acciones que se van a implementar para contener el avance del COVID-19 en México.
La imagen central de esas conferencias la tiene el Subsecretario de Salud Hugo López-Gatell Ramírez, a quien su currículum lo recomienda ampliamente, de no ser por haber dicho, en los principios de la crisis de salud en México, que el presidente no tenía fuerza de contagio, sino fuerza moral. Lamentable comentario para alguien que, hasta ese momento gozaba de una amplia y reconocida trayectoria en el campo de la epidemiología.
La pregunta es, ¿porqué el subsecretario es quien dirige las ruedas de prensa y no el secretario, quien, en estricto sentido debería llevar la batuta y guiar los comentarios y opiniones de su subsecretario.
Siendo mas precisos aún, en una situación tan delicada como la que ahora atraviesa el planeta, debería ser el presidente de la República Mexicana quien se dirigiera a toda la nación para hacerle saber las acciones a tomar y dar confianza a la población de que lo que se esta haciendo es necesario para salir de la crisis sanitaria en la que nos encontramos.
Si tan importante es la fuerza moral del presidente, en momentos como estos es en los que debería dirigirse a la nación, o mínimo a la parte de la nación que votó por él, para darles un mensaje de aliento y decir públicamente que esta haciendo lo que se requiere para salir adelante.
Esto no esta sucediendo así. Hay una seria contradicción en los mensajes oficiales. Por un lado, primero el presidente dice que no hay motivo de alarma, que la ciudadanía puede seguir saliendo, por otro lado, la Secretaría de Educación suspende actividades. Luego el presidente no suspende giras y siguen entregando apoyos y reuniendo grandes cantidades de personas en eventos públicos a sabiendas del riesgo de contagio que ello representa, porque ya comienza a señalarlo el subsecretario de salud.
Llaman a toda la población a estar en casa, mientras el presidente sigue en la calle convocando a sus seguidores a la calle.
Las conferencias vespertinas cuentan con la presencia de la Secretaria de Gobernación que difícilmente pronuncia palabra alguna, siendo ella, en estricto sentido, la responsable de la política interna del país. También se apersona en dichas conferencias el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrad, quien monopoliza la sesión de preguntas y respuestas, hablando de temas que, ni son de su secretaría ni son sus estrategias, pero parece más Secretario de Gobernación.
O se usurpan funciones o nadie tiene ni la más mínima idea de las funciones que les toca desarrollar, la realidad es que pareciera que más que una estrategia de salud es un escaparate político en el que el presidente no quiere aparecer por miedo a perder su capital político, nadie la ha explicado que si la gente comienza a enfermar y a morir, no va a haber capital político que cuidar.
Ante este escenario de falta de liderazgo, los mexicanos no tenemos otra opción que asumir un gran compromiso, con nosotros mismos y con la ciudadanía. No salir a la calle, quedarnos en casa, por nuestra salud y la salud de los que nos rodean. Solo así lograremos salir bien librados en esta pandemia.
Docente – Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. E-mail: giron705@hotmail.com