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Un Vistazo  A su Salud

Dra. Roxana I. Ruiz Felix

Una colaboración de Karla Berenice Zaldivar Patiño Médico Cirujano Dentista , maestra en cirugía oral

Iniciaban los festejos de año nuevo en diciembre del 2019, donde el mundo entero daba la bienvenida al año 2020, sin imaginarse que estarían por enfrentar una guerra sin precedentes, donde el enemigo más fuerte que el mismo ser humano, sería el hoy famoso coronavirus (CoVID-19 SARS-Cov2) con un poderoso aliado: la ignorancia.  Desde que se dio a conocer el primer brote en la ciudad de Wuhan, China; los ojos del mundo entero se centraron en ello, donde los medios de comunicación reportaban día a día la propagación del virus y su letalidad, la población mostraba un sin número de actitudes desde aquel escéptico “aquí no va a llegar”, hasta aquel paranoico que compró desmedidamente insumos de protección, creyendo que ello sustituiría cosas esenciales como le lavado manos y el aislamiento domiciliario.

En México para ser precisos, encontramos un sin número de campañas de prevención para la población y otras para el personal de salud; para éste último, se han girado las instrucciones necesarias para que el personal de salud labore con el menor riesgo posible, desde los equipos de protección personal hasta la reducción de jornadas laborales en algunos casos, y/o el rol de turnos para que la exposición al virus que cambió al mundo fuera mínima, sin embargo, las autoridades en salud olvidaron un pequeño detalle, desde hace varios años el sistema de salud es ineficiente y precario, lleno de carencias y un notable abandono hacia el personal que labora en él, donde además de no contar con insumos mínimos indispensables para cualquier tratamiento, las condiciones generales para el trabajador eventual son deplorables; y aún así es el mismo personal que hoy por hoy se encuentra en la primera línea de defensa contra el coronavirus, demostrando por enésima ocasión su vocación y amor por el país.

Zacatecas no es la excepción respecto a las pésimas condiciones de trabajo para quienes laboran en el sector salud; donde médicos, enfermeras, personal paramédico e intendencia sufren en silencio el sin número de irregularidades con las que llevan acabo su jornada laboral;  desde el ya conocido “los equipos de protección personal se darán por día y solo si se amerita” , hasta la tajante respuesta  “para ustedes no hay equipos de protección, no nos corresponde” por parte de la autoridad de las unidades ante la solicitud del equipo personal de protección para el personal de intendencia y vigilancia; olvidando que no solo son personal vulnerable al contagio, sino que en el caso de contagiarse uno de ellos, el resto del personal que labora en la unidad se encontrará en riesgo.

Finalmente existe un gremio abandonado y relegado por las autoridades de salud, el personal odontológico, mismo que es considerado como poco indispensable no sólo en esta contingencia, sino en la práctica diaria donde la evidente animadversión de la máxima autoridad en salud por este gremio, los ha puesto en riesgo de contagio durante la contingencia epidemiológica que hoy se enfrenta a nivel nacional. Me gustaría recordarle a nuestro secretario, así como a los  directores de las unidades de salud, que las urgencias odontológicas SI EXISTEN,  toda vez que como bien sabemos el aparato estomatognático  permite funciones vitales para el ser humano como la alimentación, y en caso de verse afectado ameritan atención con la misma prioridad que cualquier otro padecimiento, toda vez que pueden evolucionar a lesiones con alta mortalidad desde las infecciones de origen odontogénico hasta abscesos cervicofaciales. Tal y como lo menciona la Secretaría de Salud en su oficio publicado en marzo 2020 los padecimientos odontológicos que califican para atención prioritaria son: pulpitis, periodontitis, celulitis, pericoronaritis, sangrado oral, traumatismos dentales y lesiones con sospecha de malgnidad (tumores), de tal forma que el personal odontológico requiere ser provisto de equipos de protección personal, así como de insumos materiales señalados por la propia secretaría para la atención del paciente.

Si bien los odontólogos no se encuentran en la primer línea de defensa contra el covid 19, resultan ser el grupo más vulnerable; toda vez que el contacto directo con la cavidad bucal, y el uso de instrumentos como jeringas de aire o agua, turbinas de alta velocidad, micromotores entre otros; contienen agentes potencialmente infecciosos, con alta probabilidad de propagar a través de aerosoles y gotas de saliva el ya mencionado virus, sumando a ello que “todo paciente es sospechoso”.

Hasta el día de hoy el gremio odontológico, labora con los insumos mínimos necesarios, siempre con la excusa por parte de directivos y las autoridades en salud  “la productividad es baja, no amerita”, cuando en realidad los números no reflejan la calidad de la atención brindada al paciente, en muchas ocasiones provista con recursos propios del personal.  Es importante recalcar que la salud bucal forma parte de la educación en casa, y si las autoridades no contaron con ella, no es motivo suficiente para desestimar el trabajo de los odontólogos y privar al resto de la población a gozar de un servicio estomatológico en condiciones óptimas y con las medidas de seguridad adecuadas. Para todos aquellos que se sientan agraviados por quien suscribe, les pido dejen de lado el protagonismo y provean a TODO EL PERSONAL DE SALUD de los insumos necesarios para laborar, que no demeriten el trabajo de quienes forman un equipo en cadena desde el personal de intendencia hasta el personal médico,  sean HONESTOS con los insumos otorgados por fundaciones, ayuntamientos e instituciones privadas y los entreguen a quienes fueron destinados, almacenados  no sirven,  y sobre todo recuerden: “EL CUBREBOCAS SE COLOCA EN LA BOCA NO EN LOS OJOS, PROTEGE CONTRA EL CORONAVIRUS PERO NO CONTRA SU EVIDENTE ESTULTICIA”.  …