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Por Roxana Ivonne Ruíz Félix

La pandemia … economía y salud ; con la colaboración de Cuauhtémoc Calderón Galván
Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública. Maestro en Marketing Político. Empresario

El lunes 1 de junio el Gobierno Federal, forzado por las presiones de las empresas maquiladoras y armadoras, decidió reabrir la economía y entrar en “la nueva normalidad”. Como medico de primer línea contra el ya muy muy conocido y aborrecido virus SARS-COV 2 , Covid-19 , por un momento considere que esta decisión era un acto terrorista, un acto que pone en riesgo absoluto a la mayoría de la población mexicana que no por nada tenemos el bien merecido primer lugar en mortalidad por ser el mayor en factores de riesgo, factores que han agravado la historia natural de esta enfermedad. Si bien vimos que el quédate en casa poca población lo respeto, se ha podido contener el numero de casos positivos, pudiendo brindar atención de calidad a cada paciente, como personal de salud la noticia del regreso a la nueva normalidad nos creo un descontento y desconcierto porque sabemos que el numero de casos se van a incrementar , con ello disparando el número de defunciones a la población en general y también el alza de contagios a personal de salud con altas posibilidades de colapso al sector salud , como médicos, enfermería, camilleros , intendencia y todos lo que formamos estos equipos de salud , hoy tenemos mas miedo que hace 1 mes, sabemos que este mes será caótico, nos esperan horas laborales extenuantes, ya pasamos lo difícil pero viene lo peor… como primer línea de defensa sabemos que será duro pero los bolsillos de las familias ya no pueden contener más, es necesario reactivar la economía, no por encima de la salud si por encima de la necesidad.

La nueva “normalidad “…

Cuauhtémoc Calderón: ¿Qué significa eso para Zacatecas? Irónicamente y de forma contraria al desarrollo de la Pandemia, significa un respiro para miles de comerciantes que desde hace ya semanas han visto esfumarse los pocos ahorros y reservas que tenía su negocio. Los compromisos de rentas, IMSS, impuestos, luz y salarios no desaparecieron; al contrario, siguen cada vez más vigentes y sin ingresos para poder cubrirlos.

Los gobiernos federales, estatal y municipales han ofertado algunos apoyos, pero sin mucho éxito. Unos por ser insuficientes en montos y otros porque se convierten en un pasivo más para ya la deteriorada economía de las micros, pequeñas y medianas empresas del estado.

¿Qué falta? Falta empatía, falta que los funcionarios (los cuales por cierto han tenido seguras sus quincenas) se pongan en los zapatos de los comerciantes y empresarios. Que entiendan lo que significa tener un flujo de efectivo básico que se limita a comprar y vender, que no generamos riqueza sino vivimos del remanente de las operaciones y los gastos fijos.

Que entiendan que el reabrir las operaciones no significa llegar al nivel de venta que teníamos previo a la contingencia. Que tendremos ventas muy, pero muy inferiores a los meses anteriores (incluso comparables con las ventas de hace diez años). Y que su trabajo es “facilitar” la reapertura, no complicarla ni confundirnos más.

Es claro que los gobiernos están en shock, nunca habían pasado por algo de esta magnitud. Por tanto, deben tener acciones nunca antes realizadas, que sean del tamaño del problema. Se debe reencauzar el gasto público e incentivar el comercio local.

A los comerciantes les digo, preparémonos para un escenario que no se ha tenido al menos en los últimos 90 años en el mundo y seamos mesurados en las decisiones del negocio.
No será fácil, nunca lo ha sido pero ahora será crudo y drástico. Sí podemos. Y al parecer será, como siempre, solos.