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Gobierno contra Gobierno.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez.
¿Qué se ha visto? En una esquina, la COFECE – Comisión Federal de Competencia Económica – Órgano constitucional autónomo encargado de vigilar la competencia y la libre concurrencia en nuestro país, sobra decir que es parte de esos organismos autónomos que el Presidente de México afirma no conocer y señala que son muchos y los va a desaparecer. En la otra esquina, la Secretaría de Energía, defendiendo como gato boca arriba su Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional.
No tiene nada de malo que una secretaría emita un acuerdo y que, probablemente sin darse cuenta, invada funciones que no le corresponden, para eso hay los mecanismos jurisdiccionales que permiten que se resuelva la controversia constitucional para saber si se están invadiendo o no esas funciones.
Hasta ahorita, el órgano jurisdiccional federal ha otorgado algunas suspensiones definitivas y otras provisionales, por diversos amparos promovidos por diferentes asociaciones civiles y empresas.
La Controversia Constitucional interpuesta por la COFECE, ha corrido hasta ahora con la misma suerte en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La suspensión provisional hasta en tanto se resuelva la controversia constitucional.
En este escenario, pudiéramos afirmar que van ganando los opositores a la línea oficial, puesto que se ha detenido la implementación del acuerdo, sin embargo, nada esta escrito, puesto que si bien es cierto los poderes en nuestro país son autónomos, para nadie es un secreto que el actual presidente ha presionado mucho al poder judicial cuestionando sus decisiones y atacando al personal que ahí labora. Pero tampoco podemos ocultar la reciente arremetida de AMLO en contra de los órganos autónomos constitucionales, quienes cumplen con una labor muy importante desde el ámbito de sus competencias, pero que no pueden cuestionar las decisiones que toma el gobierno central o emitir opiniones porque corren el riesgo de ser cuestionados, removidos o hasta amenazados con la desaparición del órgano constitucional, como fue el caso de la Conapred.
Ante esta presión presidencial a todo aquel que le contradiga o que se atreva a opinar distinto que él, y con el evidente favoritismo del cual goza la Secretaria de Energía, no dudamos que comiencen a darse presiones al interior de los diferentes niveles de gobierno y en los diferentes poderes del Estado, para que se pueda implementar, a contentillo del presidente, el Acuerdo que establece la Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional.
Lo que tenemos que analizar a profundidad es cuantos compromisos internacionales estaría poniendo el juego el presidente si se empeña en seguir con esa política, hasta que punto esta dispuesto a desafiar a las instancias internacionales incumpliendo sus compromisos y hasta que punto esta dispuesto a desaparecer la distancia que hay entre los poderes y que da equilibrio al gobierno.
Si bien es cierto se trata de un asunto económico, tampoco podemos negar la relevancia del tema en materia ecológica y sus implicaciones en todos los ámbitos de la vida de los mexicanos.
Pareciera que para el gobierno actual es más importante seguir anclados en el pasado que hacerle frente al futuro, mientras que todo el pueblo seguimos remando a contracorriente con el único objetivo de aspirar a una mejor vida.
Estemos atentos a los desenlaces jurisdiccionales de los expedientes que ya se han iniciado, porque la lectura no será solo en materia energética.