LA NUEVA POLÍTICA POSTCOVID-19
Saúl Monreal Ávila
Las cosas no volverán a ser iguales después del huracán sanitario, político y social que ha significado la irrupción en el mundo del SARS-COV-2, la emergencia sanitaria está moldeando una nueva forma de convivencia social, como ya lo hemos venido señalando, donde como consecuencia directa, se comienza a replantear en nuestro país y en el resto de las naciones los hábitos de alimentación, moldeados por los intereses de grandes empresas, así como muchos de nuestras costumbres sociales, los sistemas de salud, de educación, de economía, llegando por consecuencia hasta la construcción de una nueva forma de hacer política, todo a partir de esta crisis de alcances globales.
Lo cierto es que nadie estaba preparado. Se perdió el primer round contra este virus, que desbordó la capacidad preventiva, anticipatoria, protectora en cada país, y es de destacar que el nuestro, a pesar de estar iniciando un profundo proceso de reestructuración en sus instituciones, está enfrentando la crisis mejor que muchos otros, más tomando en cuenta el estado de salud de nuestra población, aquejada por la crisis previa de obesidad, diabetes, hipertensión y otros padecimientos que tienen un carácter que podríamos calificar como epidémico, lo que obviamente, entre otros factores de carácter social, ha incidido en los índices de mortandad del COVID-19 en nuestro país.
En el caso puntual del COVID-19 no se trataba –y no se trata–, de una crisis más, sino de una crisis que involucra a la sociedad en su conjunto porque la obliga a salir de sus zonas de confort y a adoptar nuevas formas de trabajo, de estudio y de relación, por eso es que hemos hablado de la necesidad de construir una nueva manera de convivencia social, el coronavirus se aprovecha de la necesidad gregaria de la sociedad que para divertirse, estudiar, trabajar y realizar la inmensa mayoría de las actividades que realiza, necesita y busca la compañía de los demás, es algo que esta tal vez dentro de nuestros genes, pero que por simple supervivencia necesitamos modificar. Incluso debemos hacerlo en contra de lo que indica nuestro instinto, que desde el surgimiento del Homo Sapiens, ha sido fundamental para la supervivencia como grupo, pero que hoy, paradójicamente, por la misma razón necesitamos hacer lo contrario. No es opcional, si no lo hacemos como individuos, corremos riesgos, incluso de muerte, y si como gobierno no hacemos este replanteamiento, seriamos irresponsables.
Estamos convencidos que esto es de suma importancia, los tres niveles de gobierno hemos tenido que realizar ajustes para enfrentar esta crisis sanitaria, que más allá del momento en el que se disponga ya de tratamientos y vacunas que pongan punto final a la emergencia para pasar a la etapa de control de daños, se tienen que implementar nuevas políticas que abarquen de manera integral lo social, factores sanitarios, económicos, alimenticios e incluso culturales, donde se contemple la protección a la salud más allá de la atención médica, sino todos estos elementos como un todo integral, de lo que ya se están delineando algunos trazos tanto en nuestro país como en el resto del mundo.
Entendemos que ya se tienen avances en este sentido en el sector salud de nuestro país, ya que además del control de padecimientos como la diabetes y la hipertensión, que entre otras están generalizadas, se tienen programas para impulsar mejores y más sanos hábitos alimenticios, sin embargo, acciones como las que se están realizando, como el nuevo etiquetado en los productos alimenticios que señalan los excesos de elementos como azucares, sales y otros que puedan afectar nuestra salud, así como el de poner sobre la mesa de discusión regulaciones y restricciones en el acceso a las bebidas endulzadas y alimentos “Chatarra”, representan ya una respuesta reactiva a algunas de las causas que han provocado este problema de salud en los Mexicanos, y que ha agravado la crisis sanitaria, elevando los índices de mortandad de la enfermedad.
Esto es, sin embargo, solo una parte de lo que se requeriría para estar preparado ante una amenaza similar en lo por venir, ha sido un enorme esfuerzo para las administraciones municipales enfrentar la emergencia, en nuestro caso, el apoyar a las familias fresnillenses que han perdido en muchos casos hasta su empleo, nos ha llevado incluso a cancelar la Feria Nacional de Fresnillo para redireccionar recursos para ellas, entre muchas acciones que hemos tenido que hacer para respaldar a la población, es una emergencia que se prolongara hasta que haya los recursos médicos específicos para combatir este mal, pero más allá de esto, es necesaria una nueva política institucional en los niveles de gobierno, que prevea y establezca medidas en lo futuro.
Para atender la emergencia en todas sus vertientes, el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador optó por una medida económica innovadora, a pesar de algunas voces que se levantaron a criticar, que fue el de apoyar económicamente de manera directa a la población más afectada por el desempleo provocado por la crisis, lo que hemos estado también aplicando en El Mineral, en lugar de destinar recursos a las grandes empresas, como se hacía en el pasado, una medida que ha sido replicada en países del nivel de Estados Unidos y Francia, conteniendo con ello la crisis social consecuente por la ola de desempleo que surgió, más tomando en cuenta que en nuestro país por cada 100 pesos generados de PIB, 78 pesos provienen del 43% de ocupados formales, mientras que 22 pesos corresponden a 57% de ocupados en informalidad, según datos de la revista “Forbes”, con la salvedad que esos 22 pesos que van directamente a las finanzas domésticas de esos poco menos de dos de cada tres mexicanos, que no están trabajando en alguna empresa reconocida como tal, por lo que su impacto social es tal, que su afectación puede generar un grave problema social
Por eso creemos que después del reset que ha significado la pandemia, en el postcovid- 19, la nueva convivencia social empuja a una nueva política, en la que todos seremos partícipes, nunca como hoy la factibilidad del sistema económico, político y social ha sido puesta en entre dicho y empujada a replantear muchos de sus postulados, incluso, se ha puesto a discusión el modelo económico, ya que si no se impulsa un crecimiento económico sostenible, no habrá forma de abordar sistemáticamente amenazas como las crisis de salud, climáticas o de biodiversidad, la lista de temas a considerar suena amenazante, crisis climática; turbulencias geopolíticas; creciente desigualdad; tensiones en la salud mental de las personas; brechas en la gobernanza tecnológica y sistemas de salud bajo presión continua, todo ello, agravado ahora por la emergencia sanitaria, por lo que es necesario ser resilientes, y contribuir ante la etapa de reconstrucción político- económica que viene, el futuro nos alcanzó y ya no hay opción ni plazo.
saulmonrealavila@hotmail.com<br /> Presidente Municipal de Fresnillo