Skip to main content

EL MISMO VALOR, LA MISMA IMPORTANCIA
Nota Especulera
By Syres

Mientras la discusión política del gobierno del Estado se centra en sí regresamos o no al semáforo rojo o debemos permanecer otras semanas en el semáforo naranja para apoyar al comercio local. El colapso del sistema de salud en toda la Entidad es inocultable. La ocupación de camas en los nosocomios del Estado está en su punto limite, y estamos frente a un posible escenario donde los medicamentos e insumos ya no sean suficientes para atender al gran número de enfermos de Covid, todo ello, en el marco de la irresponsabilidad de una sociedad, que a estas alturas de la pandemia, se niega a usar el cubrebocas, evitar espacios concurridos y pese a los riesgos siguen realizando fiestas y reuniones.
Pero lo que está pasando con el personal de salud aún más grave. Desde el mes de septiembre, Amnistía Internacional reportaba que México es el país en el que más personal de salud ha muerto por COVID-19. A nivel mundial han muerto al menos 7 mil trabajadores de la salud, de ese total, el 18.8% de los fallecimientos han ocurrido en nuestro país. Según el reporte al menos 1,320 trabajadores de salud han fallecido en la República Mexicana, la cifra más alta conocida para un solo país.
Aunque este tema en Zacatecas se ha tratado de ocultar, la actitud mostrada por las Jurisdicciones Sanitarias y Jefaturas en contra de su propio personal es alarmante. Figúrese Usted, que existe personal médico con síntomas respiratorios que pueden ir de un resfriado común hasta influenza o Covid a los cuales no les ha permitido tomarse la semana para atenderse y menos se tomen la cuarentena para descartar un contagio más grave.
Pero más allá si es cansancio o una enfermedad, el personal médico ha sido el mas explotado y mal tratado en la administración de Alejandro Tello bajo la dirección del Dr. Breña Cantú, quien esta permitiendo que sus Jefes de Área y Jurisdicción prácticamente obliguen a enfermeras a que sigan con las labores a pesar de presentar sintomatología.
Reza el refrán que “El mismo valor, la misma importancia”. Pero cuando hablamos de servidores públicos parece que, hasta ahí, hay clases. Y aunque no me niego a entender el contexto de la pandemia y la necesidad de que todo el personal de salud esté disponible para atender las necesidades en los hospitales públicos. Para nadie es ajeno, que mientras los altos funcionarios pueden darse los lujos que el dinero paga, el personal de intendencia, camilleros, médicos, enfermeras, nutriólogas y auxiliares haya tenido que triplicar y cuadruplicar sus jornadas laborales y su exposición a los casos para atender a una población que en muchas de las veces ha sido negligente con las medidas de sanitización. Si en estos momentos alguien merece ser tratado con dignidad, respeto y agradecimiento es el personal de salud, quien ya comienza a sufrir los estragos de la violación a sus derechos fundamentales y laborales.