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LA CRISIS QUE SE NOS VIENE
Nota Espe_culera
By Syres

México y Francia no han tenido la mejor de las relaciones diplomáticas. El primer evento sucedió en 1838. El embajador francés el barón Deffaudis, recibió una serie de peticiones por parte de los comerciantes franceses que residían en México por su presentación y gestión. Entre estas reclamaciones se encontraba una firmada por el dueño de un restaurante, un hombre llamado Remontel, que pedía ser indemnizado económicamente porque en 1832 algunos oficiales del presidente Santa Anna habían comidos unos pasteles y se habían ido sin pagar la cuenta. Por esta razón fue llamado el conflicto como la “guerra de los pasteles”. Y aunque esta no fue la razón del problema pues surgió de una serie de problemas y encontronazos, que acabó en conflicto abierto. Francia deseaba ciertas ventajas comerciales y se encontró con la posición encontrada de México.

132 años después, en el 2005 para ser más precisos, la francesa Florence Cassez fue capturada junto con su entonces novio Israel Vallarta, por elementos de la desaparecida Agencia Federal de Investigación (AFI) y usada para un montaje televisivo que se presentó al público como si la hubiese sido una detención en tiempo real. Posteriormente fue sometida a un juicio en que se le sentenció a 96 años de cárcel. Para el 2011 el caso, desembocó una crisis diplomática de gran envergadura entre ambos gobiernos, hasta el punto de arruinar l Año de México en Francia. Hace 9 años el entonces presidente Nicolas Sarkosy anuncio que su gobierno dedicaría los actos de ese programa cultural a Cassez, y en respuesta la Secretaria de Relaciones Exteriores decidió poner fin anticipado a las 350 actividades que habían programado. Si las autoridades mexicanas hubiesen sancionado en su momento a los encargados de montar dicho show televisivo, y sobre todo hubieran demostrado tantita voluntad política, posiblemente no estaríamos tan mal parados con el gobierno francés. Quien muy merecidamente, tiene catalogado al gobierno mexicano como un principal violador de los derechos humanos de las personas que enfrentan un problema judicial.
Esta semana, amanecimos con la terrible noticia de que el Empresario francés Baptiste Lormand había sido encontrado muerto, al parecer por un asalto, lo que generó una marcha silenciosa en las calles de Polanco. El cuerpo del empresario fue encontrado junto con otro masculino en un camino de terracería ubicado en el Pueblo Magdalena Petlacalco de la alcaldía de Tlalpan. Inmediatamente, el Cónsul Francés Jean-Pierre Asvazadourian contacto al gobierno mexicano para dar seguimiento a las líneas de investigación y por supuesto a los avances. Ante la presión, inmediatamente, el gobierno capitalino señaló como línea de investigación estaba relacionada con el giro o actividad comercial de los occisos, consistente en la venta de licores de alta gama, donde se especula, que las investigaciones apuntan que quisieron robarles la mercancía que ellos estaban ofreciendo.

Los hechos seguramente crisparan las relaciones políticas entre ambos países, pues aunque ni los mexicanos estemos seguros en el país, es escandaloso que los extranjeros también sean blanco de arbitrariedades, y no lo digo por menospreciar la vida de los connacionales, sino porque seguramente esto alborotará el avispero y traerá a la mesa el vergonzoso caso de la francesa Florence Cassez, que dejo de manifestó la falta de profesionalismo de nuestros cuerpos investigadores y encargados de justicia.