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Sin autoridades en la UAZ.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez

La Universidad Autónoma de Zacatecas enfrenta un serio vacío de autoridades. No lo digo por la falta de capacidad de las autoridades actuales, sino por la falta de responsabilidad que han tenido todos de renunciar, al puesto que ocupaban, por irse a contender en un proceso electoral plagado de ilegalidad.
Desde principios de la administración de Antonio Guzmán, el secretario administrativo fue retirado, quedando en su espacio un encargado de despecho que sigue en esa misma calidad hasta la fecha.
Ahora, el aún rector publica en sus redes sociales que ha dado positivo a COVID, derivado de la intensa actividad política en la que estuvo inmerso por el proceso electoral universitario.
Bajo esa dinámica, el Secretario General renuncia para ser candidato, se retiran de sus puestos el secretario académico, el coordinador de vinculación, el de infraestructura, el coordinador de personal, entre otros muchos espacios que han quedado vacantes derivados de la reorganización del tablero de ajedrez, porque no es otra cosa que las mismas piezas acomodadas en el mismo tablero, pero en diferente cuadro.
En estos momentos, muchos de los principales funcionarios de la Universidad dejaron de serlo y, en su lugar, encontramos encargados de despacho.
En medio de una pandemia, de una crisis sanitaria en el Estado, en el país, en el mundo, a la primera plana de funcionarios de la UAZ le pareció oportuno llevar a cabo un proceso de elecciones, como si la crisis sanitaria no fuera motivo suficiente para dejar de lado sus intereses personales y, al menos por unos meses más, preocuparse por el futuro, viabilidad, estabilidad y organización de la Universidad, a fin de que se sigan prestando los servicios educativos en las mejores de las condiciones posibles dadas las circunstancias en las que nos encontramos.
Mucho dinero se va a invertir en el proceso electoral, dinero que se debería de estar invirtiendo en la implementación de una plataforma de clases virtuales más estable y apoyar a los docentes y alumnos a mejorar su acceso a la tecnología y con ello mejorar el proceso educativo. ¿Qué será mas importante? ¿Cuál será el objetivo de la Universidad? Formar profesionistas o hacer política. La respuesta es sencilla, revisemos la Ley Orgánica y el Estatuto General, en ningún momento se señala que será una prioridad para la Universidad que se lleve a cabo un proceso electoral, mientras que si se menciona en reiteradas ocasiones que el fin principal de la Universidad es formar profesionistas críticos, fomentar la investigación y las actividades académicas.
En que momento ese fin se pervirtió y paso a segundo plano, dejando en primer lugar el hacer grilla en el peor momento. Cuántas personas más tienen que infectarse para que las autoridades entiendan que este no es momento para pensar en cambiar de oficina.
Pensar en reformar y adecuar la legislación interna a las nuevas realidades tanto académicas como pedagógicas pudiera ser una alternativa en esta pandemia. Hacer las cosas solo por hacerlas no puede ser el hilo conductor de nuestras autoridades. Esta sería la oportunidad perfecta para que quienes dirigen la universidad aprovechen el tiempo extra que la pandemia les ha concedido y le leguen a la UAZ la oportunidad de actualización normativa que tanta falta hace.
Siempre habrá mucho que hacer en la vida universitaria, pero apresurarse a cambiar la autoridades en media pandemia puede no haber sido la mejor decisión.