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ESCUPIENDO AL CIELO
Nota Espe_culera
By Syres

Uno de los compromisos “estrellas” de la candidatura de Alejandro Tello hace 5 años, fue la promesa que nos hizo de luchar contra la corrupción “propia”, -y por supuesto-, la de su amigo de juventud Miguel Alonso, quien tras seis años en el poder nos dejaba con una deuda de 7 mil 400 millones de pesos. Algo así, como un 208% más que su antecesora Amalia García.

A días de iniciar el proceso electoral, el Gobernador del Estado comienza a dar pasos en falso, sin medir, que sus malas decisiones pondrían en desventaja a su partido político, o peor aún, podrían costarle la “fama” de hombre honrado que se ha empecinado en hacernos creer.

Ahora entendemos, que la salida intempestiva de Paula Rey Ortiz del gabinete y la renuncia de Gema Mercado, ex Secretarias de la Función Pública y de Educación, fueron orquestadas por Jehú Salas Dávila, quien necesitaba liberar ambos espacios públicos para imponer en el gabinete a quienes servirían para esconder la corrupción que permean en este gobierno.

Tras leer la columna de Alejandro Valencia (Mi Tierra Zacatecas), surgió en mí la necesidad de escudriñar el pasado profesional de los ahora Secretarios de la Función Pública, resultando, que el nuevo Subsecretario fue el Director de Responsabilidades durante la administración de Miguel Alonso, quien además de cobrar en la nómina de Guillermo Huizar de día -nomina que nosotros pagamos por cierto- de noche también cobraba como abogado defensor de la gente de Miguel Alonso, garantizando con ello la impunidad, pues el mismo era juez y parte.

La primera ofensa que hizo Paula Rey a Alejandro Tello fue inhabilitar a Fernando Soto, ex secretario de finanzas de Miguel Alonso. A raíz de esto, Miguel Alonso ordeno a Alejandro Tello eliminar urgentemente a Paula Rey de su administración pública, sembrándole el temor de que saldrían a la luz pública las irregularidades propias y las de los Pacheco, donde los órganos internos de control ya habían detectado la venta irregular de predios, la presencia de aviadores en las nóminas, los sobre pagos a los familiares del mandatario, el robo de mobiliario y la desaparición de documentos que eran parte de la evidencia por sus malos manejos.

Aunque los órganos internos de control, nacieron con el compromiso del Gobernador de eliminar las malas prácticas de su gobierno, la decisión de la nueva Secretaria de la Función Pública de despedir a sus contralores obedece a la necesidad de Jehú Salas de eliminar los testigos de su propia podredumbre.

No sabemos quién este tomando estas decisiones, o mal aconsejando al mandatario, pero si la cacería de testigos continua seria como escupir al cielo, pues se avecina uno de los mejores escándalos políticos, pues si alguien tiene el conocimiento y evidencia del desvío de recursos de los gobiernos de Alonso y Tello son los órganos internos de control, quienes nos harían un favor como sociedad si compartieran sus hallazgos antes de las próximas elecciones.