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RAUND ONE

Nota Espe_culera
By Syres

Desde la presentación de la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, la propuesta del Presidente sacó chispas cuando vimos la negativa de inversión a las energías limpias, pero más, cuando volvemos a ver su necedad y las dificultades que nos faltan enfrentar con él a cargo, cuando sigue convencido que todos somos corruptos menos él.
Con el eslogan de “iniciativa preferente”, AMLO decía “buscar” fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad y de paso a Petróleos Mexicanos, para poner orden en el sistema eléctrico nacional evitando abusos a favor de empresas particulares que también están en el mercado mexicano.
Lo que López Obrador ignoró fue que la mayor oposición la encontraría dentro del Gobierno, en la Comisión Federal de Competencia (COFECE) quien señala con certeza que esta reforma limitaba la competencia y desincentivaba la generación de energías limpias, como la solar y eólica.
Lo que nos proponen con la iniciativa es cambiar el esquema de la energía que usamos en el país que comúnmente se compra mediante subastas en las que se elige la más barata, lo que busca AMLO es que la Comisión Federal de Electricidad ya no esté obligada a comprar en esa modalidad porque dice “las subastas son una perversa maquinación” a favor de la inversión privada.
Los analistas no se hicieron esperar, y señalaron que la energía hidráulica tiene ciclos, por lo que no podría cubrir la demanda lo que daría lugar a seguir consumiendo combustibles fósiles que son contaminantes, sobre todo en un México que no tiene la capacidad de generar energía todo el año.
Tras los apagones que sufrimos en diferentes Estados de la República, el aumento en el kilo del gas LP, tendremos mayores emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el sector eléctrico.
En un país donde las plantas eléctricas están casi obsoletas, con una industria petrolera plagada de corrupción y una Comisión Federal de Electricidad que lo que busca es excluir a la iniciativa privada del mercado eléctrico, el golpe a nuestros bolsillos no se ha hecho esperar, mientras que la falta de infraestructura y visión a largo plazo siguen limitando la intermitencia de las tecnologías eólica y solar dejando un aro de incertidumbre pues como vemos, la propia comisión no sabe cuanta energía puede generar y cuanto nos va a costar, en lo que pareciera un retroceso en el tiempo, pues nos coloca en 1950, cuando la energía eléctrica era lo único que la población podía esperar como progreso, razón por la que el Juez Segundo de Distrito en Materia Administrativa, concediera la suspensión por el amparo promovido contra la nueva ley contra quien ahora Andrés Manuel López Obrador ahora está despotricando.