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Abstención
Por: Gicela Andrade Ruvalcaba

Cada que un proceso electoral se acerca viene a mi mente la misma pregunta, ¿cuántas personas votarán esta vez?, y es que pareciera que la mayoría de los ciudadanos han optado por ser partícipes de las elecciones de nuestro país y estado, sin embargo la situación es muy diferente. Después de investigar un poco sobre el tema, vi que la abstención se debe a dos cosas.
La primera es que la política tiene su propia dinámica, las cosas van bien, es decir que no hay miedo y por ende no hay porqué ir a votar. La segunda es cuando los ciudadanos ya no acuden porque no creen en los políticos, no saben qué esperar de su política y piensan que el ejercer su voto no hará ningún cambio.
Esta última fue la que más llamó mi atención, ya que después de preguntar un poco, me di cuenta que estábamos en un punto en el que el ciudadano no se siente entendido por aquel que lo representa, no siente una empatía de parte de estos, es por esto que se cree que el votar no repercutirá en la vida cotidiana, ya que “no se puede estar peor”. Esta clase de pensamiento se debe a diferentes cosas, entre ellas está la financiación de los políticos, puesto que lo que la ciudadanía no entiende es el gasto desmesurado, la confianza y percepción que se tiene de los políticos, y por último el miedo a que todo sea lo mismo.
A pesar de esto me parece menester el aclarar que el voto si hace un cambio, para llegar a una mayor participación es necesario que la política sea más abierta y así generar confianza en los ciudadanos, hay diferentes maneras de ser partícipes de las elecciones, entre ellas buscar e investigar sobre los candidatos y de esta manera poder encontrar aquel que se acerque más a nuestros ideales, y pueda ser un buen representante.