Skip to main content

El futuro son las infancias felices

Penélope Rivera

Para hablar del futuro es necesario que conozcamos nuestro pasado, hay que saber reconocer todo lo que en algún momento nos hizo ser la persona que hoy en día somos. Como bien sabemos la infancia es la base de lo que hoy nos forma como personas, somos un conjunto de las personas que queremos, la música que escuchamos, los libros que leemos, y películas que vemos, por lo tanto todo lo que nos marca, empezando desde que somos niños, se vuelve sumamente significativo.
Las infancias suelen ser muchas veces ignoradas, nos concentramos tanto en volverlas personas capaces y responsables, que nos olvidamos de enseñarles a querer su lado humano, a ser humanos. Es por esto que nuestra meta principal al momento de interactuar y criar a un infante debe ser el no dejar cicatrices que en un futuro le sigan dañando.
Tenemos que crear un ambiente sano, libre de violencia, lleno de amor y paciencia, que permita a nuestros infantes disfrutar su niñez, vivir con libertad, respetar que los niños son niños, y no tienen prisa por crecer, darles una educación y atención que probablemente nosotros no tuvimos, esto hará que en un futuro disfruten la vida y dejen de pensar que esta es dura.
El futuro son las infancias felices, esto nos permitirá tener un mundo donde haya menos personas heridas, menos personas resentidas, tener generaciones futuras alejadas de la furia, la guerra, la intolerancia y el odio, para esto es necesario que las mujeres podamos tener una maternidad deseada, es necesario educar a los niños de manera que disfruten la tecnología, pero también disfruten el aire que toca sus caras, los juegos físicos, las lecturas largas o incluso los bailes con las personas que quieren. Hay que aprender a querernos bien, a tratarnos bien, para que con nuestro ejemplo ellos y ellas aprendan a quererse y tratarse bien. Aprendamos de nuestro pasado, para que no estemos condenados a repetirlo. En honor al día del niño y de la niña, les invito a abrazar a su niño o niña interior, a aprender a curarnos aquellas heridas que nos hicieron cuando éramos infantes, sobretodo les invito a vivir siendo el adulto que de menores necesitamos, el adulto que pueda enseñar a los infantes que la vida es cada día más bonita, no olvidemos nuestras infancias y abrasémoslas con todo el amor, nuestros niños y niñas interiores se lo merecen.