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Vacunación a maestros.
Por: Jenny González Arenas.
Se ha abierto el registro para los maestros de México, con ello pretenden iniciar lo más pronto posible el regreso a clase de todos los niveles educativos. Las preguntas serían ¿cuál es la urgencia de regresar a clase? Y ¿cuál es el precio que esta dispuesto a asumir el Estado por esa urgencia?
Con relación a la primer interrogante, hay puntos muy importantes, por ejemplo, que la educación presencial que no puede sustituirse fácilmente por la virtual, nunca será lo mismo el contacto maestro - alumno o la convivencia entre compañeros y su importancia en el desarrollo psico - social de los niños, niñas, adolescentes y los jóvenes que están en educación superior, todos necesitamos de convivir con las demás personas y la etapa formativa es fundamental en el desarrollo integral.
La educación presencial garantiza el acceso universal de todas las personas, porque todos tienen los mismos medios en el salón de clase para acceder al conocimiento, situación que no se puede garantizar por medios virtuales, porque no todos tienen computadora o televisión o internet o electricidad. Se profundiza la desigualdad, dejando en estado de mayor vulnerabilidad a aquellos que no cuentan con los medios para acceder a educación virtual.
Eso es motivo suficiente para que se actualice la urgencia de regresar a las aulas, porque muchos alumnos y alumnas están perdiendo tiempo muy valioso en su proceso de formación, están perdiendo experiencias tanto de vida como formativas y es fundamental que regresemos a las aulas para tratar de aprovechar al máximo el tiempo de formación de los alumnos.
Pero el costo que está dispuesto a asumir el Estado es lo que tenemos que poner en una balanza, porque se pretende vacunar a los docentes con la vacuna que ha demostrado tener menor índice de efectividad y en una sola dosis, so pretexto de que sería logísticamente más sencillo llamar a los profesores por una vez que a que acudan a dos dosis, pero ¿es inmunológicamente correcto?
Se uso la vacuna china en comunidades alejadas, cuyo contacto con núcleos poblacionales de alta densidad era poco, porque el riesgo de contagio también era bajo, por lo que la inmunización de esas comunidades con la vacuna china garantizaba efectividad en proporción al riesgo que corrían.
Esa lógica no es aplicable a los maestros, al menos no para todos. No podemos generalizar porque no todos los maestros están en las mismas condiciones. Pensemos en los docentes multinivel, de comunidades alejadas que trabajan en escuelas con pocos alumnos en donde el riesgo de contagio es bajo, ellos probablemente si puedan ser inmunizados con la vacuna china porque su riesgo de contagio es bajo (eso también esta en veremos porque la situación cambia si el maestro se tiene que trasladar de una comunidad de mayor densidad poblacional a otra de menor densidad, el riesgo lo llevaría el propio docente a esas comunidades, por lo que también sería un elemento que se tendría que valorar no tan a la ligera).
Pero qué pasa con los docentes que trabajan en escuelas de centros poblacionales de mayor densidad, o con maestros que trabajan en escuelas secundarias, preparatorias o profesionales en donde el maestro tiene contacto con varios grupos de 30 alumnos o más en promedio. Esos maestros corres un riesgo mayor que incluso los doctores, sin menospreciar su labor que es muy importante, pero en los hospitales las condiciones de salubridad son mejores que en una escuela, los pacientes tienen que cumplir ciertas reglas para ingresar a los consultorios, los doctores tienen los instrumentos para cuidar su salud dentro de los consultorios y ven a un solo paciente a la vez, con la posibilidad de higienizar su consultorio entre paciente y paciente.
Los docentes veremos 30 o más alumnos al mismo tiempo encerrados en un salón de clases y saldremos de ese salón para entrar en otro que difícilmente fue higienizado entre clase y clase, muchas escuelas no tienen agua en los sanitarios para estar lavando las manos de manera constante o no cuentan con la ventilación adecuada de las áreas comunes. ¿En qué medida esta situación de los docentes es comparada con la de la población que vive en comunidades alejadas?
Pero el problema no para ahí. Que sucede por ejemplo con los padres de los alumnos, que no alcanzan los 50 años y que no han sido vacunados y correrán el riesgo de contagio cuando sus hijos regresen a su casa, pensando, por ejemplo, en los alumnos universitarios que tienen que trasladarse desde comunidades alejadas para estudiar en Zacatecas.
No se trata solamente de ver lo negativo de las cosas, sino de poner la estrategias en su justa dimensión. Los docentes necesitan ser vacunados, pero con una vacuna que les proteja del riesgo que van a correr en los salones de clase. No solo vacunarlos por vacunarlos, porque eso parece más colecta de votos que estrategia de salud.