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Por quién votar.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez.

El fin de las campañas está cada vez más cerca, es momento de definir por quién vamos a votar, por eso ahora, más allá de ir promoviendo y proponiendo candidatos, las siguientes líneas las voy a destinar a una autoreflexión, sin ánimo de ofender a nadie, pensando siempre, en la democracia como pilar fundamental de nuestro país.
Siempre he pensado que las opciones son buenas, incluso tener opciones es un principio básico para el modelo económico en el que vive México, si ese modelo neoliberal del que tanto hablan algunos. Este modelo pretende darle al ciudadano la opción, la posibilidad de decir; esta opción va encaminada al mercado, al empleo, a la profesión, incluso a si quiere o no quiere trabajar. Así pues, el tener muchos partidos es, precisamente, la posibilidad de decidir cual candidato o emblema representa mejor nuestros ideales.
Si la democracia mexicana tiene como punto de partida el multipartidismo, pues por ahí vamos bien, pareciera que tenemos una democracia neoliberal, pero es nuestra democracia y la vamos a defender.
Cuando analizamos las opciones en el mercado, por ejemplo, si llegamos a comprar jugos, nuestra decisión se basa en el contenido nutrimental de cada jugo, los sabores y el precio, así como el impacto que va a tener en nuestra salud a corto, mediano y largo plazo, el consumir ese producto. Bajo ese razonamiento, cuando vamos a votar y tenemos muchas opciones partidistas, comenzamos a finarnos en quienes forman parte de ese partido, la calidad de esas personas y lo que nos ofrecen a futuro, así que también deberíamos pensar el costo que cada partido representa para el horario público y, por consiguiente, para la democracia mexicana.
Entonces, cuando vamos a votar, debemos tener en cuenta a la persona por la que vamos a votar, lo que nos ofrece a corto, mediano y largo plazo, la congruencia de sus propuestas con el puesto para el que está pidiendo el voto y el costo que representa ese partido para el presupuesto, incluso podemos llegar a comparar ese presupuesto con otros rubros como el de educación o de atención a los niños o salud, para así poder comparar lo que se está dejando de hacer con el presupuesto que se destina a los partidos cada año.
Todo este análisis también nos llevará, necesariamente, a analizar los antecedentes de los candidatos y los integrantes de los partidos, porque la sabiduría popular dice que “el mejor profeta del futuro es el pasado” y si revisamos el pasado de los candidatos y los miembros de sus partidos podremos ver como unos candidatos vienen de otros partidos o han ido de partido en partido sin ideología o hasta forman sus propios partidos con la intención de dividir las votaciones, a sabiendas que no van a ganar con sus nuevos partidos minoritarios pero que si dividirán el voto de un partido mayoritario para perjudicar o beneficiar a determinado candidato.
Este análisis es obligado cuando nos encontramos en un escenario multipartidista en el qué hay solo dos candidatos con una posibilidad seria de ganar y un grupo de seis candidatos que tienen la firme intención de dividir ese voto y lograr beneficiar a uno u otro candidato con esa división, bajo esa tesitura, unos declinarían, como ya se ha visto, otros se mantendrán hasta el final y algunos dedicaron toda su campaña a desprestigiar a uno y otro candidato sin proponer, lo que es un reflejo todavía más claro de que no se busca ganar el espacio sino restar votos a quien pueda ser una amenaza real en la contienda.
El voto es una decisión seria, que no se puede tomar a la ligera, menos cuando está en riesgo la democracia mexicana, cuando nos estamos jugando la posibilidad de elegir, de tener opciones. Por eso es que estas líneas son solo el principio de una larga reflexión de aquí al 6 de junio, porque ese día debemos llegar a las casillas con la firme convicción de defender a nuestro país y a nuestra entidad de la amenaza de la desaparición de la democracia en México, las instituciones, hoy más que nunca, requieren que todos los mexicanos salgan a votar en su defensa, porque el país necesita defender la forma de gobierno y no vivir bajo la mentira en la que hemos estado viviendo estos últimos años.

En este momento, es ineludible resaltar que esta elección será diferente a todas las elecciones anteriores, ya que la inesperada irrupción de la pandemia en el mundo nos ha obligado a hacer las cosas de manera distinta, sin embargo, no enfrentaremos esta elección con incertidumbre o desconfianza, sino con optimismo y con una firme dedicación. los zacatecanos evolucionaremos y revolucionaremos la forma de hacer política, la manera de trabajar de los políticos.

Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. E-mail: giron705@hotmail.com