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La corrupción
Por: Gicela Andrade Ruvalcaba

“Corrupción” es una palabra que escuchamos en nuestro día a día como mexicanos, sin embargo, ¿realmente conocemos lo que esta palabra quiere decir?, Corrupción es un término que generalmente indica el mal uso por parte de un funcionario de su autoridad y los derechos que se le confían, así como la autoridad relacionada con este estado oficial, oportunidades, conexiones para beneficio personal, contrario a la ley y los principios morales.

Esta se puede dividir en tres: Preferencia: Aprovisionamiento, negociación, amiguismo, nepotismo, discriminación, favoritismo y exclusión; Poder: Fraude, desfalco, malversación, influencia, acoso, omisión y protección; Pago: Lavado de dinero, soborno, estafa, extorsión y propina.

En México los niveles de corrupción han aumentado tanto que ya se encuentra en el segundo lugar después de África. Esto tiene su raíz en la mala regulación legal, hasta el punto de que para una empresa corrupta es más barato pagar las consecuencias de sus actos ilegales en México, si llega a tener consecuencias.

Mujica reconoce dos tipos de corrupción:
La gran corrupción: que genera la desconfianza en las autoridades centrales, pervierte el funcionamiento del aparato estatal, y desvía recursos.

La pequeña corrupción: que tiende a movilizar pequeños montos de recursos económicos u otros bienes, y que se ubica en el escenario procedimental de atención al ciudadano.

La corrupción produce desconfianza en los partidos políticos, en los dirigentes políticos y en la mayor parte de instituciones públicas. Conduce a mucha gente a adoptar estrategias menos cooperativas y fomenta la deserción con el objeto de no ser explotado por personas pertenecientes a redes corruptas. Como consecuencia de lo anterior, en muchos países, genera abstención y pérdida del interés por la política, por períodos prolongados.