¿Y la luna de miel?
Por: Juan Carlos Girón Enriquez
Cuando se había visto que un gobernante recién cumple un mes de haber tomado protesta, tenga ya más manifestaciones que funcionarios nombrados. Pareciera broma, pero no lo es. La luna de miel entre los zacatecanos y el gobernador constitucional ya concluyó y prácticamente todos los sectores sociales se han manifestado de una u otra forma en contra de la manera de conducir de David Monreal.
Y es que basta hablar con la gente para que salga a relucir el descontento social, unos porque su sector ha sido olvidado o traicionado y otros porque las manifestaciones afectan sus negocios o su trabajo; por el lado que veamos, la situación en el estado es complicada, entre la inseguridad, la falta funcionarios y la novatez de algunos de los recientemente nombrados y la nula capacidad de conducción del gobernante, nos encontramos ante una situación que no se había vivido en Zacatecas en sexenios anteriores.
Dicen que nadie nace sabiendo, y que la vida es un proceso de aprendizaje, pero porque aprender descomponiendo cosas que si funcionan, porqué afectar la vida de las personas, sus ingresos, su futuro, su jubilación, sus pensiones, sus compromisos económicos previamente adquiridos, porque amenazarlos con el despido, el retiro voluntario, la violencia laboral en gobierno del estado se está convirtiendo en un episodio interminable, culpando a los demás, repartiendo responsabilidades, pero sin asumir la solución de los problemas, imponiendo como obligatorios convenios lesivos para los derechos de los trabajadores, violentando la Ley Federal del Trabajo y del Servicio Civil de Carrera – que fue creada por otro Monreal – para proteger los derechos de los trabajadores.
Tristemente, la ciudadanía estamos pagando las consecuencias de lo que se voto en junio y demasiado pronto estamos dándonos cuenta de los errores que cometimos al votar o al no votar, porque al mes del inicio de la nueva administración muchos son ya los damnificados y eso, en lugar de ser la esperanza para Zacatecas, se convierte en la carga que lamentablemente tendremos que soportar los siguientes seis años.
Se publica en diversos medios de comunicación que el dinero estaba en las cuentas públicas, pero no se pagó, porque no se había nombrado funcionario, eso no es responsabilidad de gobiernos anteriores, es culpa del actual que no ha tomado determinación ni decidido quien encabezará que espacios.
Que sencillo resulta jugar con el futuro de la ciudadanía cuando tu tienes tu ingreso seguro, que fácil es dejar de pagar a los demás cuando sabes que tu y tu familia si tendrán un plato de comida caliente en la mesa, lo más simple del mundo es que los demás paguen por los errores que tú estás cometiendo.
Eso es justamente lo que está pasando en esta administración y, sin dudarlo, seguirá pasando, puesto que no hay indicio alguno de que las cosas puedan cambiar. Nos esperan seis largos años de una administración lenta en la toma de decisiones, en donde el que ocupa la silla se encargará, únicamente, de poner la cara, porque pareciera ser que las decisiones se están tomando desde otros niveles o al menos por otras personas.
Solo nos resta esperar, exigir en el momento que nos toque exigir y asumir la responsabilidad ciudadana en su momento oportuno, porque la voluntad ciudadana tiene que darse cuenta que las consecuencias de un voto comprado, trascienden la despensa o el billete que se recibe el día de la elección e impactan a futuro, sale más caro el maltrato del sexenio que la prebenda que se reciba el día de la elección. Es momento de reflexionar.
Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. e-mail: giron705@hotmail.com
