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EL DEMÓCRATA MILLONETA Y… RACISTA

Mtro. Saúl Monreal Ávila

El pasado 5 de noviembre, el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral terminaba su exposición que pretendía justificar la solicitud de recursos desbordados en un país de serias carencias, ante la Cámara de Diputados con una cita de Ortega y Gasset que señalaba que la democracia en su dimensión electoral es el piso mínimo para que México pueda resolver, algún día, los grandes problemas nacionales que aún nos aquejan.

Empecemos entonces justamente por Don José que también dejó para la posteridad la frase “algunas personas enfocan su vida de modo que viven con entremeses y guarniciones. El plato principal nunca lo conocen”. ¿Será que el bocadillo principal de la mesa de la democracia y el respeto en México no lo alcanza a ver el funcionario del órgano electoral de nuestro país como sí lo hizo quien fuera su padre, Arnaldo Córdova?

La comparación es necesaria por la diferencia de ambos Córdovas. Mientras que el académico, opositor, demócrata y crítico combinó magistralmente la docencia con la política, por ejemplo al fundar el Partido Socialista Unificado de México y luego representarlo en esa misma Cámara Baja (1982-1985); su vástago es recordado también por una desafortunada burla que hacía a líderes indígenas en mayo de 2015 cuando en una conversación telefónica que sostenía con Edmundo Jacobo se definía como poco respetuoso de los que le son diferentes, al descalificarlos con expresiones como “A ver guey, no mames, no voy a mentir, te lo voy a decir como hablaba ese cabrón, te lo voy a decir: yo, gran jefe nación chichimeca, vengo Guanajuato, yo decir a ti o diputados, para nosotros yo permitir tus elecciones… o acabamos muy divertidos o acabamos en el psiquiatra de aquí…”

Así el demócrata que sabe de diferencias, que descalifica de burda forma a quien tal vez no tenga su léxico pero que al igual que éste, representa a varios. El primero de manera legítima y el otro de forma excesivamente costosa para el erario.

En los argumentos de más de cinco horas en la Cámara de Diputados de Córdova Vianello ante lo que el llama “la máxima tribuna”, parecemos encuentrar a un miembro más de la oposición al casi aceptar que él es el INE y defenderlo como si lo hiciera al mismo Consejero Presidente. Se equivoca el funcionario porque también aquí hay diferencias. El día que se vaya Lorenzo, el INE seguirá a pesar de éste. Las personas se van y las instituciones permanecen.

Volvamos a los Córdovas, en su comparecencia, Lorenzo evocó a su padre en una intervención en 1982 a propósito de la división de poderes en México, también pudo referirse a éste cuando en 1972 publicó La Formación del Poder Político en México y explicaba en su texto claramente las relaciones políticas y las clases en un país de serias contradicciones.
Docente de la Unidad Académica de Derecho de la UAZ
saulmonrealavila@hotmail.com