La muerte de un ser querido
Por: Gicela Andrade Ruvalcaba
Isabel Allende dijo una vez “La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo".
La muerte suele ser un tema difícil de abordar, ya que asimilar la idea de que un ser querido se ha ido no resulta fácil, parece que se nos olvida que es parte de vivir, un suceso inevitable en el transcurso de nuestras vidas.
Entender la muerte de alguien cercano y aceptarla, es un proceso llamado duelo en el cual se busca la sanación que finalmente nos reconforta en nuestra pérdida. Durante esto se puede experimentar el sufrimiento como una reacción mental, física, social o emocional. Las reacciones mentales pueden incluir el enojo, la culpabilidad, ansiedad, tristeza y desesperación. Las reacciones físicas pueden incluir problemas para dormir, cambios en el apetito, problemas físicos o enfermedades.
El duelo no es proceso lineal, no es una línea recta que tengamos que seguir, a veces cuando creemos que hemos avanzado llega un momento en el que volvemos a caer y la tristeza, el enojo o el dolor se vuelven parte de nosotros otra vez, y tenemos que empezar de nuevo, sin embargo, debemos ser conscientes de que en algún momento todo pasa, y todo mejora, siempre llega en ese día en el que sabemos que hemos sanado, sin saber que fue lo que realmente nos ayudó. Escribir, hablar, o buscar una manera de expresar nuestros sentimientos siempre será de mucha ayuda.
Sobrellevar con la pérdida de un amigo cercano o un familiar podría ser uno de los mayores retos que podemos enfrentar. La muerte de la pareja, un hermano, primo, hijo, amigo o un padre puede causar un dolor especialmente profundo. Podemos ver la pérdida como una parte natural de la vida, pero aún así nos pueden embargar el golpe y la confusión, lo que puede dar lugar a largos períodos de tristeza y depresión.
Todos reaccionamos de forma diferente a la muerte y echamos mano de nuestros propios mecanismos para sobrellevar con el dolor que ésta conlleva. Solo queda recordar con amor a nuestro ser querido que se ha ido.
