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La herida que no cierra

Por: Claudia Anaya Mota*

Nuevamente la semana pasada en los diarios de circulación nacional, Zacatecas ocupó un lugar relevante dentro de sus páginas y no precisamente por noticias que nos enorgullezcan, por el contrario. Son noticias de una herida que no cierra, muestra de una espiral ascendente de la violencia y pareciera que no hay acción estatal o federal que pueda pararla.

El lunes 8 de noviembre, comenzamos la semana con el hallazgo de personas ejecutadas en los municipios de Jerez, Pánfilo Natera y en la capital del estado. Particularmente en Jerez, encontraron un tambo con restos humanos, por lo que se desconoce el número exacto de personas asesinadas.

El martes la Asociación Civil “Causa en común”, dio a conocer a nivel nacional, las entidades de la República donde han sido ejecutados el mayor número de integrantes de las policías locales. Desafortunadamente, Zacatecas ocupa el nada honroso tercer lugar. En lo que va de este 2021, acorde con los datos de la propia asociación civil, le han arrebatado la vida a 32 integrantes de nuestra policía.

El miércoles hubo un enfrentamiento en Villa García entre hombres armados y la Policía Estatal y para replegarlos, los elementos asignados para la vigilancia en Villa Hidalgo se desplazaron para apoyar a sus compañeros, dejando a la demarcación sin vigilancia del Gobierno. Los criminales aprovecharon el error estratégico y tomaron también las calles de este municipio.

El jueves, medios electrónicos e impresos de la capital de la República hicieron eco de la noticia de que Villa García había sido tomada por criminales y no solo eso, sino que también los policías municipales de Villa Hidalgo habían decidido proteger su vida y dejaron de asistir poco a poco a sus labores para no enfrentarlos; entonces, decidieron cerrar las oficinas de la Dirección de Seguridad Pública. Trascendió también que hasta el momento, ninguna autoridad se había pronunciado a la solicitud de información sobre este evento ni sobre el mecanismo de protección a los habitantes de Villa Hidalgo luego de quedarse sin policías.

El viernes, a través de mis redes sociales, me enteré de que en Loreto también hubo ataques armados. Los delincuentes secuestraron al Director de la Policía Municipal y a un policía; desafortunadamente fueron encontrados muertos en un lugar que colinda con el estado de Aguascalientes.

Estos hechos son la muestra fehaciente de que la estrategia de seguridad nacional y de seguridad estatal no están funcionando. La delincuencia organizada se combate no solamente con medidas preventivas, inteligencia y medidas de contención, sino también con el fortalecimiento de las instituciones que imparten justicia a través de asegurarles los recursos necesarios para su adecuado funcionamiento.

Ya desde el pasado 18 de octubre la Fiscalía General de Justicia del Estado alertaba que la falta de recursos estaba afectando su eficacia y su funcionamiento. Tan solo en el Servicio Médico Forense, se apilan día con día los cadáveres de ejecutados, algunos sin identificar y otros ya identificados, sus familias no los reclamaban por temor a represalias del crimen organizado; los propios datos de esta institución, registraron que en 2019 hubo 733 ejecuciones, en 2020 la cifra subió a 1,188 y hasta el mes pasado iban 1,262 muertes.

Las y los diputados de la mayoría en el Palacio Legislativo de San Lázaro, siguen sin comprender que el respaldo a un presupuesto federal disminuido tanto para el Poder Judicial como a la Fiscalía General de la República y en consecuencia para las fiscalías estatales, es menoscabar a las instituciones que son una herramienta valiosa para combatir la inseguridad con justicia y en consecuencia, seguiremos sin poder avanzar para superar este flagelo.

La criminalidad se enfrenta con un enfoque integral, con método y estrategia. Es una cadena que debe fortalecerse desde la prevención, la contención y la sanción de las conductas delictivas, pero de ninguna manera esta cadena debe vulnerarse, al contrario, debe continuar con toda su fuerza hasta llegar a concretarse en sentencias basadas en la eficacia del Poder Judicial.

*Senadora de la República.