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Gobierno apático.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez.

Hay ocasiones en las que por más que busquemos una lectura de la forma en la que se implementan las políticas públicas, no encontramos ni pies ni cabeza, mucho menos dirección.
Ahora nos sentimos justo así. Ni el gobierno federal, mucho menos el Estatal parecen tener dirección y eso a los zacatecanos nos ha perjudicado más que en otros gobiernos.
A escasos cinco meses del inicio de la administración Zacatecas, no sabemos si cuidarnos de la pandemia, de la inseguridad, de la falta de pago de los salarios devengados o del cobro de placas que nunca llegarán. Todos son problemas que impactan de manera negativa en el desarrollo de nuestra entidad y el único que no es responsabilidad del actual gobierno es la pandemia, aunque el manejo que se le da si es su responsabilidad.
Para muchos resulta increíble que todo el sector docente y sus jubilados tengan un mes sin cobrar sus salarios a pesar de que la federación ha depositado el recurso necesario para hacer dichos pagos, pero lo que es todavía más increíble es la falta de empatía del mandatario estatal que, en un afán de provocación, se rehusa a cumplir con sus obligaciones.
No se trata de cosa menor, por el contrario, las afectaciones no solo son en la capital del Estado, también en los municipios, pues el gremio docente y sus jubilados se encuentra a lo largo y ancho de nuestra entidad y al no recibir su salario sus familias sufren las consecuencias y si a ello le agregamos la posibilidad del regreso a actividades presenciales en la Universidad, ¿cuántos padres de familia están agobiados por la falta de estabilidad económica que les permita que sus hijos regresen a la Universidad a continuar sus estudios? ¿Cuántos padres no pueden mandar a sus hijos a la escuela porque no han recibido su salario? ¿Cuántas familias han visto mermada su economía derivada de la falta de pago y las deudas previamente contratadas como créditos hipotecarios o rentas?
Que lamentable es ver que David Monreal es tan indiferente ante la situación que aqueja a los maestros, de la cual él es directamente responsable, porque si de algo podemos estar seguros es de que antes, ningún otro gobierno había faltado a su obligación de pago.
Pero si no le preocupan los docentes, mucho menos le preocupa la juventud que está pagando con la vida las consecuencias de la falta de seguridad en nuestro Estado, nuestra juventud que ya no puede salir a la calle libremente, que no puede disfrutar de una de las etapas de la vida en la que se forma el carácter y la personalidad, porque o corren el riesgo de enfermarse o pueden desaparecer o aparecer sin vida a manos de la delincuencia, esa delincuencia que el actual gobierno no ha hecho nada por detener.
Zacatecas esta sumido en una ingobernabilidad latente, que lastima todos y cada uno de los rincones de nuestra entidad, pero lo que es peor es la apatía del gobierno, que hace oídos sordos al reclamo social de que se cumpla con lo pactado. Si no es capaz de entregar las placas que ya se pagaron, ¿será capaz de garantizar el sano desarrollo de la niñez y la juventud zacatecana?
No es de admirarse, porque cuando vemos un poco más arriba, al nivel federal, la realidad no cambia, el gobierno federal también es apático, no es capaz de obligar al gobierno del Estado a cumplir con sus obligaciones laborales, menos será capaz de exigirle ponga orden en sus finanzas o que garantice la seguridad en la entidad. Porque el gobierno federal está mas ocupado haciendo un drama mañanero que ocupándose de resolver los verdaderos problemas que enfrenta el país.
La apatía gubernamental es uno de los peores males que puede aquejar a una sociedad y, desafortunadamente, ahora lo estamos viviendo en carne propia.

Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. E-mail: giron705@hotmail.com