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EL DICHO Y EL PENSAMIENTO
Nota Espe_culera
By Syres

En México, la violencia es un fenómeno que, por fortuna, o por desgracia, se identifica geográficamente. Para el 2021 nuestro Estado se posicionaba por debajo del 5º lugar en el Rankin nacional de homicidios, pero bastaron cinco meses del gobierno morenista para estar en los primeros lugares en asesinatos dolosos, destacando Fresnillo como uno de los Municipios con mayor incidencia.

Con un gabinete gris y un gobernador aún peor, el Estado de Zacatecas ya es famoso a nivel nacional por estar sumido en la ingobernabilidad, y por si esto fuera poco, porque no tiene ni siquiera estrategia política ni estrategia de seguridad. Pero como no estar en el fango, si tenemos un Gobernador que sigue culpando a sus antecesores del clima de inseguridad y mediocridad en la que él mismo nos ha sumido, mientras se empecina en agravar los asuntos que tienen solución mientras aplaza aquellos que son de atención prioritaria.

Nomás véalo preocupadísimo por bachear su Municipio favorito, “Guadalupe”, valiéndole progenitora que a la par los maestros no tuvieran nada que llevar a la mesa de sus familias por la retención ilegal de sus salarios y que los zacatecanos estuviéramos más que consternados por el cobarde asesinato de seis jóvenes universitarios en el Municipio de Francisco R. Munguía.

Pero ahí no paro su torpeza, fue durante la entrevista que diera a Imagen Noticias la hermana de la Maestra Alexia Abrego, -una de las víctimas del múltiple homicidio- que quedó al descubierto la indolencia del gobierno monrealista, tanto por la ausencia de autoridades como porque fue David Monreal –sí querido lector, leyó Usted bien- y no el supuesto “Secretario de Gobierno” quien textualmente sostuvo con sus cercanos: “Que si los jóvenes no hubieran andado ahí, nada les hubiera pasado, si ellos se hubieran estado en su casas, no les hubiera pasado nada”. Y ahora yo le digo al mandatario, que, si su hermano mayor no se hubiera empecinado en hacerlo gobernador, nada de esto nos estaría pasando.

El nivel de violencia tiene varias aristas, una es la que se realiza a manos de la delincuencia y la otra, llamada violencia institucional, la que ejerce el gobierno del Estado a través de sus operadores, quienes lejos de cumplir con sus obligaciones y cuidar a la ciudadanía revictimizan a las familias pretendiendo volverlos culpables ante la opinión pública de su propio homicidio, clara muestra de mezquindad, incapacidad y cobardía.

Decía Jacinto Benavente que cuando no se piensa lo que se dice, es cuando se dice lo que se piensa. Y literalmente, David Monreal ha dado demasiadas muestras de su incapacidad para ser gobernador del Estado, ya lo exponen las estadísticas y lo demuestran los hechos. Y ante una indignación generalizada, no es que los medios de comunicación le deseemos algún mal al mandatario, al contrario, estamos seguros de que le deseamos lo mejor de lo mejor, pero en cualquier lugar del mundo que no sea dirigiendo el rumbo de nuestro Estado.