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El despertar de un Sindicato.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez
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Aquel 30 de abril de 1975, los miembros fundadores del SPAUAZ sabían que estaban heredando a la Universidad y a Zacatecas un sindicato que lucharía por el bienestar de los sindicalizados, nunca se imaginaron que casi 47 años después, el Sindicato sería un apéndice más de Rectoría y el Secretario General sería un funcionario más de la administración central, mucho menos se iban a imaginar en aquel entonces que la Universidad estaría ahogada de intereses políticos, partidistas y el gobierno con las manos dentro de la Universidad.
Si aquellos miembros fundadores supieran en lo que han convertido al Sindicato que tantas horas de trabajo y discusión les costó, no estarían orgullosos, por el contrario, se avergonzarían de quienes hoy se llaman dirigentes sindicales. Porque el SPAUAZ fue pensado para ser ejemplo de defensa de los derechos de los universitarios y para solidarizarse con otros sindicatos en sus luchas.
El Comité Ejecutivo actual dista mucho de ser lo que se pensaba en aquel entonces debería de ser el comité ejecutivo, combativo, solidario y defendiendo a toda costa los intereses del colectivo del personal académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Hoy, a casi 47 años de su fundación, el Sindicato ve sacudir sus entrañas y no por la apatía de las autoridades universitarias, sino por la apatía del propio secretario general quien sin mayores aspavientos vulneró los derechos universitarios sin el menor remordimiento, sin un ápice de vergüenza y sin el menor arrepentimiento.
Se hace acompañar de algunos integrantes del Comité Ejecutivo, que fieles a sus intereses particulares, dejaron de lado los principios básicos del sindicato, se olvidaron de la defensa de los derechos de los universitarios y persiguen su propia agenda personal. El principio de legalidad es letra muerta para algunos integrantes del comité. Lamentable, pero cierto.
Es justo en estos momentos en que todos los universitarios que formamos parte del SPAUAZ, debemos analizar lo que está sucediendo, pensando en colectivo, en el futuro de nuestro sindicato, en los derechos que tenemos y en los que hemos perdido y en lo que queremos ganar para las futuras generaciones; desafortunadamente, ahora nuestro contrato colectivo y nuestras prestaciones están muy por debajo de las que tienen los sindicalizados del COBAEZ y los de Telesecundaria.
Es momento de alzar la voz y exigir, independientemente de nuestra categoría y de nuestra delegación o de nuestros intereses personales, porque lo individual se puede conseguir a través de lo colectivo; porque juntos como colectivo académico somos más fuertes; porque solo unidos les demostraremos a las autoridades, tanto de gobierno estatal como a la rectoría, que el SPAUAZ no es moneda de cambio y que estamos atentos a la defensa de nuestros derechos.
No se trata solo del incremento salariar que, sobra decir, es insuficiente; esta en juego la estabilidad laboral de muchos maestros hora clase y tiempo determinado, la seguridad social y las cuentas individuales de muchos compañeros, el reconocimiento de las vacantes definitivas para que muchos maestros puedan incrementar sus cargas laborales y consolidarse en el espacio laboral. Es el derecho a la salud, a la vivienda, al trabajo, a la estabilidad en el empleo, a un salario digno, a la jubilación de los más de dos mil afiliados al SPAUAZ.
Esta lucha es para la reivindicación de nuestros derechos y para recordarles que aquel espíritu sindicalista de hace casi 47 años hoy sigue vivo y los intereses particulares del secretario general y algunos integrantes del comité ejecutivo no pueden estar por encima de nuestros derechos.

Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. E-mail: giron705@hotmail.com