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¿Qué Universidad queremos construir?

Por: Juan Carlos Girón Enriquez

Mucho se habla en fechas recientes de una supuesta “Reforma Universitaria” en la Universidad Autónoma de Zacatecas. Un proyecto que, dicho sea de paso, nació muerto por la falta de participación de los universitarios en el proceso de selección de delegados y, por otro lado, la manera en la que más que un foro de discusión, pretenden convertirlo en un espacio de adoctrinamiento.
Pueden ofenderse mucho por estas líneas, pero ante la imperiosa insistencia de hacer un foro de reforma universitario, lo primero que debemos responder es ¿qué tipo de universidad queremos construir? Y si a partir de los recursos materiales y humanos con los que contamos ¿podemos lograr esa universidad que queremos?
Hemos de señalar que estos momentos son los más complejos para llevar a cabo una reforma universitaria por varias razones.
En primer lugar, ni las autoridades universitarias ni los operadores de la reforma (que no son zacatecanos, por cierto) han sido capaces de definir qué universidad vamos a construir, puesto que desde el propio concepto se van definiendo los elementos. Una universidad es un espacio de diálogo, de construcción de criterios, de diversidad y pluralidad de pensamientos y opiniones, de tolerancia y de intercambio de ideas.
Bajo ese orden de ideas, un foro de adoctrinamiento como el que se plantea como “Reforma Universitaria” no abona, para nada, a la construcción de ese espacio crítico, ni de dialogo, mucho menos de intercambio de ideas, ni de pluralidad de pensamientos y opiniones; porque está muy claro que en esta universidad la pluralidad y la diversidad de pensamiento y opinión no está permitida.
En segundo lugar, los recursos humanos y materiales con los que contamos no son suficientes para construir una verdadera universidad pública con pluralidad de pensamiento y tolerancia, apertura al diálogo y diversidad de opiniones y criterios, por una simple y sencilla razón, quienes dirigen esta universidad en estos momentos no quieren ser criticados y mucho menos quieren que alguien contradiga su postura de lo que ellos pretenden construir, aunque dicha construcción vaya en sentido opuesto a lo que debe representar una verdadera Universidad.
No podemos negar que contamos con una gran planta docente, pero que la falta de sindicatos que representen verdaderamente los intereses de los docentes y de los trabajadores, ha sido una desventaja en el detrimento de las condiciones laborales de los universitarios y eso repercute directamente en el proceso de formación de los estudiantes.
Los sindicatos deberían ser contrapesos en las contrataciones unilaterales que obedezcan a intereses de los grupos políticos. Deberían ser verdaderos árbitros en la evaluación de los aspirantes a docentes universitarios y un verdadero gestor que busque la mejora de las condiciones laborales de los docentes universitarios, pero contrario a ello, se ha vuelto comparsa de las autoridades, directores y rector, para contratar sin mecanismos de evaluación y violentando a todas luces los derechos de muchos maestros ya contratados.
Si esta reforma universitaria se logra concretar, será un gran retroceso en lo que generaciones anteriores de universitarios construyeron, porque no se busca la construcción de una verdadera universidad, sino la instauración de un control autoritario de la educación superior que atenta directamente contra la libertad de cátedra, la formación de criterios propios para los futuros profesionistas y obstaculiza el libre pensamiento tanto de docentes como de estudiantes.
Y por si no fuera poco todo lo anterior, debemos preguntarnos ¿por qué la urgencia de realizar una supuesta “reforma universitaria” antes de que todos los universitarios regresemos al 100 % a las aulas? Acaso será que no quieren enfrentar a todos los universitarios (docentes, alumnos y trabajadores) cuando se den cuenta del verdadero trasfondo de esta reforma.
¿Los zacatecanos estamos dispuestos a dejar que una Universidad pública como la nuestra que ha costado tanto construir se pierda por los intereses personales de grupos políticos que se han enquistado en la administración central? ¿estamos dispuestos a perder la autonomía?

Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. E-mail: giron705@hotmail.com