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Zacatecas, su gobierno y sin derechos humanos.

Por: Jenny González Arenas

Mientras en el escenario nacional vemos como se ven amenazados los organismos autónomos de manera directa, tajante, acusados de corruptos e innecesarios por el presidente del país, en Zacatecas ese desmantelamiento es silencioso y preocupante.
El relevo de consejeros de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas no ha podido concretarse por la falta de acuerdos políticos y es justo el escenario que se aproxima para la selección de la terna de las y los posibles candidatos a ocupar la Presidencia de dicho organismo autónomo. Tampoco habrá acuerdo político y todo apunta a que la Presidencia podría quedar acéfala.
Una vez más, la falta de acuerdo del legislativo se vuelve cómplice silencioso de las políticas de destrucción de las instituciones que tanto ha costado construir.
La Comisión de Derechos Humanos ha padecido por seis años ser usada como una plataforma política y se ha olvidado, lamentablemente, de su verdadera esencia, que es la promoción, protección y defensa de los derechos humanos. Se ha estancado y ha figurado únicamente como una plataforma de proyección para la todavía presidenta, aunque ello implique que los derechos humanos de los zacatecanos pasen a segundo plano. Mucha gente valiosa, que trabaja en la Comisión ha padecido el egocentrismo de quien todavía la dirige. Es urgente que se renueve la presidencia y con ello se retome la verdadera función del organismo.
Pero ¿a quién conviene lo que está pasando en la legislatura? La falta de acuerdo será una verdadera preocupación por buscar el mejor perfil para ocupar la Presidencia o es solo una cortina de humo que se ha formado para ir disminuyendo a la comisión.
Pareciera claro que las reiteradas críticas que ha sufrido el presidente por amenazar con la desaparición de los organismos autónomos es algo a lo que no se quiere exponer el gobernador de Zacatecas, por eso le resulta conveniente en estos momentos que su partido no sea mayoría, porque eso le permite que sea otro poder y no el ejecutivo, quien asuma la responsabilidad de la paulatina desaparición de la Comisión de Derechos Humanos y con ello de la reconstrucción de un verdadero organismo que sea contrapeso efectivo contra el abuso de poder en estos momentos en los que Zacatecas tanto necesita de una institución que tutele efectivamente sus derechos, ante la ola de inseguridad en la que estamos viviendo.
No nos engañemos, la falta de acuerdo para ocupar la vacante que existe en estos momentos en el Consejo Consultivo no es casualidad, mucho menos cuando se analizan las posibles candidatas, cinco de seis tienen vínculos con el Estado, unas más directo que otras ¿dónde quedaría la autonomía del Consejo Consultivo si alguna de esas cinco llega a ocupar ese espacio?
El procedimiento para la selección de consejeras y consejeros, así como el de la Presidencia dista mucho de ser un procedimiento ciudadano, lo que aleja mucho a esta institución de su verdadera esencia, pero lo más grave es que por más politizados que estén los aspirantes, la legislatura está haciendo justo lo que el ejecutivo quiere que es tener una carta abierta para seguir violentando los derechos humanos de los zacatecanos sin tener una Comisión de Derechos Humanos frente a él que le esté recordando y reclamando, en nombre de la ciudadanía, lo que está haciendo mal.
Lamentable que sean los representantes del pueblo quienes estén acabando con las instituciones que el pueblo tanto necesita en estos momentos.