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EL INFIERNO, EL PURGATORIO Y EL LIMBO

Nota Espe_culera
By Syres

Tras el artero asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en la comunidad de Cerocahui Chihuahua y la detención ilegal del Obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló por un grupo armado que presuntamente pertenece al crimen organizado, autoridades eclesiásticas se pronunciaron a nivel nacional exigiendo un cambio en la estrategia de seguridad en el país.
La Iglesia Católica mediante comunicado de prensa pidió el jueves al Gobierno Federal que revisaran las estrategias de seguridad porque a su leal saber y entender –y al nuestro- “está fracasado”, convocando un dialogo nacional para emprender acciones “inteligentes e integrales” para conseguir la paz, pidiendo se escuchen a miles de ciudadanos, víctimas y académicos que pedimos a gritos y oraciones un cambio.
Pero más tardó la Iglesia mexicana en pronunciarse ante los medios de comunicación, que Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México en advertirles durante la mañanera que la estrategia de seguridad no cambiará ni tendrá revisiones como lo piden sus adversarios y conservadores.
Asumiendo entonces que AMLO ya considera a los miembros de la iglesia como un grupo conservador y por ende adversario, los invitó a no seguir el ejemplo del Papa Francisco y mantenerse apergollados con la oligarquía mexicana.
A nivel local, y pese a que días antes militantes del Partido Movimiento Ciudadano, exigieran la renuncia del Secretario de Seguridad Pública, por no contar con una estrategia integral de seguridad, el Obispo de Zacatecas subrayó que el problema de la seguridad es un problema real que “no se ve por donde se busquen otro tipo de soluciones, más que abrazos no balazos, a sabiendas que es un fracaso, que la violencia ha aumentado y el lado humano de la violencia es el sufrimiento de la gente”.
Pero haciendo caso de lo declarado por nuestro Secretario de Seguridad Pública tendríamos que creer que en Zacatecas no ocurren delitos y que hasta han disminuido los índices de homicidios en el Estado.
Para todos es más que evidente que la estrategia de seguridad pública tanto Federal como Estatal están fracasadas, y como lo dijo el Obispo zacatecano, lo más grave del caso, es que las autoridades ni siquiera reconocen el problema.
Mientras miles de familias en México viven en el infierno tras haber perdido algún familiar por homicidio, otros viven en el purgatorio por la impunidad y el resto pernoctamos en el limbo, aferrándonos a la misericordia de Dios para que nos cuide en un Estado que es hostil en su política y mediocre en sus resultados.