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En riesgo la contratación laboral.

Por: Jenny González Arenas.

En fechas pasadas se llevó a cabo, después de siete meses, una reunión a la coordinadora de delegaciones en la que, de forma unilateral, por no decir autoritaria, el aún secretario general señala que él y el comité ejecutivo serían la comisión encargada de la legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo.
El grupo plural de delegaciones le ha pedido en reiteradas ocasiones que se inicie en lo inmediato el proceso de Legitimación del Contrato y no lo ha hecho y ahora pretende hacernos creer que de buenas a primera, harán lo que tienen siete meses posponiendo. Estamos en todo nuestro derecho de dudar de que el proceso de legitimación se lleve a cabo y menos en manos de quienes por todo el tiempo que llevan en su encargo, han obstaculizado dicho proceso.
No son solo los 7 meses, es desde el 1 de mayo de 2019, fecha en la que se publica la reforma laboral que conmina a los sindicatos en México a legitimar sus contratos colectivos, que el aún secretario general, que ya formaba parte del comité ejecutivo, no realizó acción alguna para promover la legitimación del contrato, que a partir de esa fecha, son ya más de 3 años de inactividad. Incluso fue una de sus promesas de campaña que, dicho sea de paso no ha cumplido. Razón suficiente para no creer en su palabra.
Esa reunión sirvió para hablarle de frente al aún secretario general y su comité ejecutivo, que no habla, que no opina, menos propone y tampoco actúa. También sirvió para saber en manos de quien está nuestro sindicato, el sindicato que a generaciones pasadas de docentes combativas y combativos les costó tantas luchas. Pensar que si perdemos el contrato podremos negociar mejores condiciones laborales sería iluso de nuestra parte, porque en los últimos años hemos escuchado a muchos subsecretarios de educación superior, secretarios de educación y ahora el presidente, señalar a las universidades públicas por supuestas condiciones excesivamente favorables, exigiendo que, para sanear las finanzas universitarias, es necesario disminuir las prestaciones de los trabajadores. No, si nos quedamos sin contrato, no estaremos en condiciones de negociar mejores condiciones laborales, todo lo contrario.
Pero pensar que si nos quedamos sin contrato no nos lleva a perder derechos también es una falacia. Muchos han señalado que son derechos ganados y claro, eso no está a discusión pero, como lo señaló el aún secretario general en aquella reunión del 29 de septiembre dijo que si el contrato no se legitima tendremos que ir a los tribunales a litigar que se nos respeten los derechos que ya habíamos adquirido. La pregunta es ¿la universidad estará obligada a lo imposible? Porque como la sabiduría popular dice: Debo no niego, pago no tengo. Ese es el riesgo que corremos los sindicalizados.
Esa reunión no puede ser considerada como una derrota para el grupo plural, porque ahí el todavía secretario general reconoció el riesgo de la pérdida de nuestro contrato y con ello la disminución de nuestros derechos, lo que nosotros hemos señalado en reiteradas ocasiones. Escuchemos atentamente su discurso.
Tanto él como el rector, han reconocido que la lucha del grupo plural es legítima, que estamos defendiendo nuestro contrato y estamos en nuestro derecho porque no se debe dejar perder, lo sorprendente es cómo lo reconocen en el discurso pero en los hechos han sido ellos quienes han obstaculizado de forma sistemática el proceso de legitimación, pareciera que ellos ya han llegado a acuerdos con las autoridades federales para que se pierda nuestra contratación colectiva.
No vamos a dar ni un paso atrás en la lucha por la legitimación de nuestro contrato, ni vamos a permitir que de forma autoritaria, sin la participación de los sindicalizados se constituya el comité ejecutivo en comisión unilateral para el proceso de legitimación. Seremos participantes activos y no permitiremos que se violenten nuestros derechos, seguiremos exigiendo que se inicie a la brevedad el proceso de legitimación, porque no han mostrado evidencias fehacientes del registro del CCT 2022 - 2023, ni de que se haya dado aviso a la autoridad registral del inicio de la legitimación de nuestro contrato.
Hemos propuesto la consulta a diferentes expertos laboralistas que, además, son universitarios, pero vemos resistencia por parte del comité ejecutivo y el aún secretario general para que esas consultas se lleven a cabo, lo que nos lleva a preguntarnos ¿qué se puede descubrir en esas consultas que ellos no quieren que nosotros como docentes, tanto en activo como jubilados, sepamos?