Skip to main content

¿Dijo el Papa Francisco: “Ser homosexual no es un delito, es un pecado”?

Por: Jenny González Arenas.

Navegando en las redes sociales uno puede ver muchas cosas y, a partir de lo que una persona busca constantemente se va generando un algoritmo a partir del cual van apareciendo sugerencias de lectura de acuerdo a las preferencias de cada uno de nosotros.
De repente, pude haber pensado que el algoritmo de mis redes sociales estaba fallando porque comenzaron a aparecer noticias relacionadas con la entrevista al Papa Francisco, no soy muy fan de buscar temas de religión, pero cuando comienzo a leer las notas, me llama la atención el encabezado de algunas notas que hacen referencia a la postura del Papa sobre la homosexualidad señalándola como un pecado, no como un delito.
No me puedo quedar con las versiones de los medios de comunicación, porque todo tiene un sesgo, hasta estas líneas que ahora escribo. Así que buscando en internet encuentro la entrevista completa, quería entender lo que había desaparecido en los videos editados de diversas agencias noticiosas.
La entrevista, en particular la parte que habla de la homosexualidad, ha sido sacada de contexto, muchos de los encabezados señalaban que la afirmación del Papa era “ser homosexualidad no es un delito, es un pecado”, pero cuando escuchamos la entrevista completa, la frase adquiere un sentido diferente.
Cuando se plantea la pregunta sobre el papel de la Iglesia en relación con los países que criminalizan la homosexualidad en su marco legal, incluso algunos de ellos hasta con pena de muerte, la respuesta del Papa es, a mi criterio, en primer lugar, informada. El sabe cuantos países son los que criminalizan la homosexualidad y cuantos de ellos lo castigan con pena de muerte, incluso señala que son omisos al hablar en sus normas de la homosexualidad y se refieren a “actos antinaturales” o “acciones deshonestas” y habla de la necesidad de que la iglesia intervenga para derogar esas leyes. Sabe que muchos de esos países tienen esas normas por cuestiones culturales, pero que, refiriéndose a los obispos de esas regiones, tienen un proceso de conversión para poder cambiar su mentalidad.
Platica como se reúne con grupos de personas de la comunidad “LGTTTBIQ+” (las siglas son un agregado personal, ya que el Papa, en el contexto de la pregunta, refiere que recibe “grupos de personas así”), que se acercan a la iglesia y que no hay que discriminar a nadie.
Una de las frases más significativas de la entrevista, desde mi perspectiva es cuando señala: “Cada hombre y cada mujer tiene que tener una ventana en su vida donde pueda volcar su esperanza y donde pueda ver la dignidad de Dios”.
La dignidad de la persona es lo más importante de todo ser humano, es el principio fundamental de los derechos humanos, nadie podemos juzgar o imponer nuestra dignidad a los demás, porque cada persona tiene su propia concepción de lo que para cada persona es “digno”, no podemos obligar a nadie a pensar como nosotros ni a actuar como nosotros ni a comportarse o vestirse como nosotros. Debemos respetar la concepción que cada persona tiene para lograr esa tan anhelada dignidad. Si el Papa lo entiende así, independientemente de la religión que cada uno de nosotros profesemos, así lo deberíamos entender: Cada persona tiene que tener una ventana en su vida donde pueda volcar su esperanza y encontrar su dignidad -independientemente del Dios en el que cada persona crea o al que cada persona se quiera acercar-.