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Morena ingenuidad

por Horacio Zaldivar
La confianza es madre del descuido
Baltasar Gracián
En México para nadie es un secreto la excesiva confianza de militares de alto rango, secretarios de Estado, gobernadores, legisladores y alcaldes de Morena de salir bien librados, impunes, ante el descarado asalto a las arcas de la nación, los multimillonarios negocios que han hecho de la obra pública, y por supuesto de su participación en el trasiego de drogas, de personas, de armas y de lavado de dinero en cantidades industriales.
A pesar que todos, sin excepción superan la mayoría de edad en las lides de la corrupción política, pareciera ser que viven confiados a las marrullerías del presidente que apuntan a arrebatar el triunfo a la oposición en caso de perder la elección en el 2024, y con ello lograrían la anhelada impunidad para poder disfrutar sin sobresaltos el mayor botín obtenido en sus respectivas “carreras” políticas, pues no se tiene registro de esta inédita corrupción, que el PRI envidiaría en sus mejores tiempos.
La guillotina que pende sobre las cabezas de los antes mencionados y que por ahora ignoran olímpicamente, es una hoja con dos filos: el que correrá a cargo de la Fiscalía General de la República (FGR) del nuevo gobierno opositor a la Cuarta Transformación, y el internacional, a manos de la DEA, FBI y ATF del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que someterán a los presuntos delincuentes ante tribunales de México y los Estados Unidos según los tratados internacionales signados por ambas naciones.
Algunos gobernadores, legisladores y políticos que se presumen más avezados, han recurrido a la infantil maniobra de buscar cercanía con Ken Salazar embajador de los Estados Unidos en México, en aras de enviar un mensaje que no deben nada, que no han cometido delito alguno, ni participación en el trasiego de drogas, de personas, de armas y de lavado de dinero, producto del narcotráfico, recibiendo a cambio el buen humor del diplomático, que erróneamente traducen que todo está bien; se equivocan, Ken Salazar ya demostró que es un lobo con piel de oveja.
Si el Supremo Creador lo permite, seremos testigos de sinnúmero de aprehensiones, consignaciones, incluso deportaciones de esos políticos traidores a la patria que se han asociado con los autores materiales de la desgracia, del infierno que padecemos en México a cambio de unas monedas, que hasta ahora les ha permitido vivir y disfrutar como magnates mientras el país naufraga en un mar de sangre.