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Pensiones y el cuento del lobo para chairos
por Horacio Zaldivar
De todas las formas de engañar a los demás, la pose de seriedad es la que hace más estragos
Santiago Rusiñol I Prats
Viene a mi mente la fábula de Esopo “Ahí viene el lobo”, en la que un pastor amenaza falsamente de la llegada de un lobo. Lo mismo sucede con las iniciativas de reforma constitucionales del Presidente López Obrador, las que sabe que no prosperarán por no contar con una mayoría calificada en el Senado de la República, pero las utiliza para enardecer a una multitud fanática e ignorante conocida como “chairos”.
Así pasará con la propuesta que hizo el martes pasado durante la mañanera: “Es completamente inhumano, injusto, que un trabajador después de 30 años de estar laborando, cuando termina ni siquiera recibe su salario cuando estaba en activo, sino la mitad, si le va bien”, denunció el Presidente López Obrador.
“Eso ya no va a continuar así, voy a enviar también una reforma a esa legislación anti obrerista, contraria a los intereses de los trabajadores, para que los trabajadores cobren el 100% de su fondo de ahorro de pensiones al final de su vida laboral”, afirmó López Obrador durante la ceremonia de conmemoración de una de las luchas obreras más importantes en México.
El Presidente sigue engañando, manipulando. Ni los países con sistemas de pensiones robustos, como Dinamarca, Holanda y Australia, que son los mejores en materia pensionaria en el mundo, dan a sus trabajadores 100% de su salario al jubilarse.
En el Senado se requieren de 85 votos para aprobar una reforma constitucional; Morena y sus aliados (PT, PVEM y Encuentro Social) suman 73 integrantes también insuficientes para su aprobación, además, que en presupuesto para el ejercicio fiscal del 2024 no se contempla ninguna cantidad por parte del gobierno que compense las comisiones y utilidades de los entes financieros que las administran.
El presidente goza del privilegio de contar por lo menos con +-15 millones de seguidores, de los se aprovecha su ignorancia, sin la menor idea de los temas del Estado mexicano, de sus derechos y garantías constitucionales mejor ni hablar, y cuyo común denominador es un acentuado conformismo, y un intenso resentimiento hacia los sectores sociales aspiracionistas, progresistas que tienen mejor vida que ellos, pero incapaces de cuestionar la espontánea riqueza de los hijos y familia de López Obrador, que sin trabajar han conseguido al amparo del poder.

Es estrategia política diría López Obrador