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Movilización sindical.

Por: Jenny González Arenas

Todas las manifestaciones, a favor o en contra, son buenas, lo importante es que exista esa pluralidad de pensamiento y la libertad para expresarnos. La universidad es ese espacio en el que, además de la pluralidad de pensamientos, debe permear la tolerancia, el respeto por la diferencia y, sobre todo, la libertad para expresar los diversos puntos de vista sin miedo a las amenazas o las represalias.
Eso no tiene porque ser una aspiración sino una realidad.
En este contexto de emplazamiento a huelga, los universitarios somos convocados por la exigencia del respeto irrestricto a nuestros derechos, por la reivindicación de la labor docente, para evitar que se siga precarizando nuestro trabajo y para consolidar, a corto, mediano y largo plazo, la universidad que los zacatecanos requieren.
Desafortunadamente, el sindicalismo universitario ha dejado de ser punta de lanza en las luchas sociales y se ha convertido en un apéndice más de la rectoría; eso es algo que debemos combatir, porque un sindicato tiene una razón de ser fundamental: la defensa de los derechos laborales de los trabajadores que pertenecen a ese sindicato.
El SPAUAZ ha sido utilizado, durante muchos años, como trampolín político, lo que ha traído como consecuencia que la lucha por los derechos del gremio pasen a un segundo o tercer plano, estando los intereses individuales y de algunas castas por encima de los derechos de todo el colectivo. Eso ha provocado el desencanto de las y los docentes universitarios así como la crisis en la que ahora nos encontramos.
Es triste ver como las reuniones de Coordinadora de Delegaciones no cuentan con la asistencia de las y los representantes a la coordinadora ni de las y los delegados, porque muchos nos preguntamos para qué ir a reuniones en las que el Comité Ejecutivo se va a dedicar a defender a ultranza el discurso del rector en turno.
Tampoco quieren ir aquellos que no les gusta recibir reclamos de la comunidad universitaria, por eso el rector no se para en la reuniones del comité de huelga. ¿Cuál es la necesidad de ir a escuchar el descontento de la base sindical si pretenden arreglarlo todo en lo oscurito?
Basta la exigencia y las acciones de un colectivo de docentes para que salgan comunicados de delegaciones completas para manifestar su oposición a dichas acciones, lo cual celebro, porque es un indicador de que si hay esa pluralidad de pensamiento y opinión en nuestra universidad, que bueno sería que así como manifestamos nuestro desacuerdo a las medidas tomadas por un grupo de docentes universitarios que exigen el respeto al Contrato Colectivo que se legitimó en noviembre, así acudiéramos a las instancias sindicales a manifestar nuestra opinión y/o la de nuestras delegaciones cuando se dan esos espacios para la discusión de acciones sindicales, para poder lograr esos consensos en las instancias previas a la movilización sindical.
Nuestros estatutos, nuestro contrato y la ley permiten el uso de herramientas para exigir al patrón que cumpla con sus obligaciones, que respete el contrato y que se garanticen los derechos de los sindicalizados.
Pero cuando el propio comité ejecutivo observa como la administración universitaria implementa herramientas y acciones que limitan el actuar del comité y van impidiendo, cada vez más, que se respete la contratación colectiva, cuando el propio sindicato es cómplice de la precarización del trabajo docente, es momento de alzar la voz para exigir que se respete el contrato colectivo, para que se respeten los derechos de todas y todos los universitarios, para poner un freno al abuso desmedido tanto de rectoría como del comité ejecutivo en contra del resto del colectivo docente.

Docente-Investigadora UAZ