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LA JUSTICIA CONTRA EL PODER DE LA IGNORANCIA.
Elizabeth Mauricio González.
La lucha infinita de la justicia contra el poder ha existido y existirá en todas las sociedades mientras seamos humanidad.
El político, abogado, escritor, asesor de la Presidencia de la República, gurú y gran ser humano, Luis Maldonado Venegas, plasmó en una de sus obras: Themis contra Cratos un repaso histórico que relata con ejemplos y buscando evidenciar “las enormes injusticias que se han cometido en todas las civilizaciones, y que se siguen cometiendo”. Se trata de que no se ha impuesto “la fuerza de la razón, sino la razón de la fuerza”. Y citó el caso del filósofo Sócrates: Habiendo cumplido 70 años, Sócrates fue señalado por Meleto, Anito y Licón, pues, lo acusaban de no venerar a los Dioses de la Ciudad, corromper el orden social de Atenas y haber vuelto a los jóvenes contra sus padres creían justo obligarlo a guardar silencio o tal vez incluso asesinarlo, ante las acusaciones tras una deliberación del jurado que deliberó, 220 dijeron que Sócrates no era culpable, pero 280 dijeron que si lo era, por lo que fue condenado a beber veneno. “Sus acusadores le señalaron dos causas graves: negó el panteón griego y llamó a los jóvenes a considerar en un solo dios. “Al parecer su alumno favorito, Platón, trató de defenderlo en el juicio, pero no tuvo éxito”.
Antes de tomar el veneno, Sócrates exclamó: La cantidad que juzgamos precisa para beber y lo bebió sin repugnancia o dificultad.
La lección de Sócrates es admirable, se dijo que antes de dar el veredicto, los acusadores dieron dos opciones al filósofo. Sócrates prefirió tomar el veneno “para enfrentar con su muerte a la superstición y los dogmas.”
El acusado no se doblegó ante la impopularidad y condena del Estado, no se retractó de sus ideas que se cimentaban en la filosofía, sus convicciones le permitían tener confianza racional opuesta a la histérica a la hora de enfrentar la desaprobación. Doglas Linder un gran estudioso del juicio de Sócrates, se declara atónito cuando plantea que una sociedad como la de Atenas que vivían en democracia y libertad haya sido capaz de sentenciar a muerte a un filósofo de 70 años de edad, por lo que enseñaba y se convirtió, por lo tanto, en el primer mártir de la libertad de expresión.
Con cariño jefe Maldonado, a cuatro años de su partida de este mundo terrenal, se le sigue recordando con cariño y mucho respeto.

@SoyElizabethMauricioG.