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La iglesia en manos de Lutero

por Horacio Zaldivar

Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro
Georges Clemenceau

Xóchitl Gálvez navega sólo con el apoyo de la sociedad civil, que en los hechos es la única que ha salido en su defensa ante los ataques del Presiente López Obrador, y la fauna de sicarios, mientras Marko Cortés, Jesús Zambrano y Alejandro Moreno dirigentes nacionales de los partidos PAN, PRD y PRI respectivamente guardan silencio.

Marko Cortés ha llevado de la mano a la derrota a su partido Acción Nacional como todo junior, más como un hobby, que como una responsabilidad ciudadana; Jesús Zambrano socio de Jesús Ortega en la franquicia, ha llevado el negocio hasta su mínima expresión, abandonándolo como en su momento lo hizo con la Liga Comunista 23 de Septiembre, y de Alejandro Moreno ni qué hablar, su corrupción lo ha convertido en el Judas de la oposición.

Ninguno de los tres ha salido a defender a la senadora Xóchitl Gálvez de los insultos y agresiones del Presidente López Obrador, y sus sicarios como debería de ser toda vez que forma parte del Frente Opositor, sin embargo, pareciera que están inmersos más en la comercialización de candidaturas en todo el país, que según especialistas sus precios alcanzarán cifras incalculables.

Tarde o temprano estos tres eternos vividores de nosotros, del erario, darán su brazo a torcer, inclinándose por Santiago Creel, De la Madrid y Mancera, respectivamente parcializando el proceso, y por tanto anulándolo, todo por cumplir sus compromisos personales, pero no los del país.

En ese momento la sociedad civil deberá de cerrar filas con Xóchitl Gálvez la única aspirante que ha sacado de quicio al inquilino de Palacio Nacional, y que tiene amplias posibilidades de vencer a la corcholata del Presidente López Obrador.

Retales
La próxima jugada del inquilino de Palacio Nacional para descarrilar la elección del 2024 y también como medida de chantaje al gobierno de Joe Biden, a conseja de sus asesores bolivarianos, será abrir de nueva cuenta la frontera del sur de México, para permitir la entrada de más de un millón de migrantes centroamericanos, y seguramente inscribirán una parte ante el INE, dejando al resto como grupos de choque y distractores.

Con juniors, desertores y corruptos no se puede