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Libertad de expresión.

Por: Jenny González Arenas

El derecho a la libertad de expresión no es solo la posibilidad de decir lo que uno quiera, sino la posibilidad de ser escuchado y no ser sancionado por ello.
Vivir en democracia implica acostumbrarnos a convivir, a tolerar, a respetar. No se trata solo de la naturaleza del ser humano sino de una necesidad de compartir, coincidir y disentir. Eso es la naturaleza humana.
Ese contexto social nos lleva a otra necesidad, la de cominicacion. Y la comunicación implica expresión. Todo esto es bidireccional.
En este proceso de comunicación se necesitan dos personas, quien emite un mensaje y quien lo recibe, pero no necesariamente pueden ser solo dos, pueden ser muchas más.
La expresión de mensajes, de cualquier naturaleza implica una gran responsabilidad, porque el receptor desarrolla cierto grado de confianza en quien escucha a grado tal de creer lo que está recibiendo. En ese sentido, el ejercicio de un derecho como el de la libertad de expresión, implica una gran responsabilidad que se basa no solo en emitir un mensaje sino en tener la justa dimensión de que lo que sirga impactará de forma positiva o negativa en la vida, entorno, conciencia de las personas y esa afectación en la esfera de otras personas es una gran responsabilidad.
Ahora bien, libertad de expresión, es un derecho, pero también una responsabilidad, que tiene que ver con la consecuencia de lo que se dice y lo que se publica, La libertad de expresión puede llegar a sobrepasar los límites de lo público o lo privado, puede generar mensajes favorables o desfavorables, puede propiciar mejoras, pero también incomodidades.
Como es bien sabido todos los derechos traen consigo obligaciones en este caso la libertad de expresión implica no sólo el saber que podemos libremente difundir la información que esté a nuestro alcance y hacerla llegar no solo a una persona sino a todas las personas que estén dispuestas a escuchar, también implica tener esa conciencia plena de que las consecuencias se tienen que asumir de manera directa y las responsabilidades que ello implican que también se tienen que afrontar en el mismo sentido. Asegurar que el mensaje se puede diciéndose libremente sin considerar las consecuencias del ejercicio de un derecho también nos hace irresponsables. Pero tener información necesaria para clarificar una situación complicada y no difundirla es también una responsabilidad.
El llamado es a ejercer los derechos con responsabilidad y compromiso.