Skip to main content

Beatriz Pagés

GUERRA TOTAL AL PODER JUDICIAL

Los diputados de Morena cumplieron la amenaza: votaron para quitar al Poder Judicial 15 mil millones de pesos que estaban en 13 fideicomisos.
La orden desde Palacio Nacional fue contundente: no se admiten dudas ni negociaciones. Este es el principio de una declaración de guerra total y abierta en contra del poder que se ha convertido en un obstáculo para el presidente y el avance de la 4T.
Detrás de los insultos y descalificaciones, detrás de la propaganda que intenta exhibir a ministros, jueces y magistrados como vividores y corruptos hay un plan: quitar autonomía al Poder Judicial para ponerlo al servicio del régimen.
López Obrador prepara el terreno para que la Corte sea vista como enemiga del pueblo durante las campañas presidenciales. Busca que Claudia Sheinbaum promueva la urgencia de una reforma para elegir a jueces y ministros mediante voto popular en aras de democratizar al Poder Judicial y acabar con los “vividores”.
La oposición tendrá que estar alerta: En el proceso electoral del 2024 Morena pondrá en el centro del golpeteo la necesidad de redactar una nueva Constitución y la urgencia de contar con un Poder Judicial “renovado” para acabar con la herencia maldita de los neoliberales del pasado.
La candidatura de Claudia Sheinbaum representará la defensa de un modelo de nación que busca sepultar, de una vez por todas, el México que hasta hoy conocemos. Ella será la cabeza de un proyecto de nación que tiene, entre sus objetivos, abolir la Constitución actual para hacer otra que permita consolidar la llamada Cuarta Transformación.
Y para consolidar la 4T es necesario contar con un Poder Judicial que opere como brazo disciplinado del régimen. Que jueces, ministros y magistrados sean electos e impuestos por la maquinaria electoral de Morena para convertirlos en fieles servidores del interés oficial.
López Obrador quiere deshacerse de la ministra presidenta Norma Piña y de los otros ministros que han invalidado la reforma del INE, la militarización de la Guardia Nacional y la reforma eléctrica por considerarlos enemigos del proyecto totalitario y centralizador del poder que quiere imponer.
Piña ha desenmascarado al presidente cuando le dice que detrás de la eliminación de los fideicomisos y la quita de los 15 mil millones de pesos al Poder Judicial no hay una política de austeridad sino la intención de romper el Estado de Derecho.
Y efectivamente, López necesita eliminar al único poder que le ha impedido convertirse en un dictador. Romper el Estado de Derecho significa acabar con la independencia judicial y división de poderes. Implica quitar obstáculos constitucionales al proyecto de nación que Sheinbaum buscaría imponer a partir del 24.
¿Qué contiene ese proyecto de nación? Entre otras lindezas un “congreso popular” con “facultades plenas” para que “defienda los intereses del pueblo” en caso de que Morena no tenga mayoría calificada en el Congreso. La 4T le llama “una revolución política para darle al pueblo-léase al régimen- todo el poder.
La 4T nos quiere convertir a los mexicanos en otra cosa. Nos quiere quitar identidad e idiosincrasia. Sustituir nuestra vocación a la pluralidad y tolerancia, a la apertura y generosidad por una mentalidad cerrada y dogmática.
La guerra lanzada desde el púlpito presidencial contra el Poder Judicial adelanta lo que pondrá Morena en el epicentro de la contienda presidencial. Un modelo de nación con un Poder Judicial electo por el pueblo y por ello honesto contra otro que protege a jueces, ministros y magistrados a los que sólo interesa el dinero.

En el 2024 no solo se va a elegir a una candidata o a otra, a un partido o a otro. Habrá dos modelos de nación enfrentados. Los ciudadanos decidiremos si México debe conservar sus instituciones democráticas o si aceptamos renunciar a lo que somos y a las libertades conquistadas.