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Derecho a la información.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez

La información es uno de los elementos más importantes en una sociedad que se diga democrática, puesto que implica el acceso a datos que afectan de manera positiva el desarrollo de la colectividad.
Bajo ese orden de ideas, el proteger y garantizar un correcto ejercicio del derecho a la información es fundamental, si pretendemos que la sociedad se empodere y se convierta en un agente decisivo basado en la información a la que tiene acceso.
Desafortunadamente, ningún gobierno por más democrático que se diga, puede ser considerado como un garante al derecho a la información. Siempre hay algo que quieren o necesitan ocultar.
Si una población no tiene acceso a información las decisiones que se tomen en colectivo tienen a ser erróneas por la falta de claridad sobre la realidad de la que se rodean, pudiéramos pensar que muchas de las veces, es el gobierno quien oculta la información con la intención deliberada de que la sociedad caiga en el error y tome decisiones que no hubiera tomado de si hubiera contado con la información necesaria o completa.
Es pues claro que, ante el oscurantismo gubernamental la sociedad no tiene un mecanismo de defensa, puesto que la falta de conocimiento sobre la realidad le impide tener estrategias claras de defensa, algo así como que “ojos que no ven, corazón que no siente” pudiéramos decir, somos una sociedad que no ve y, por consiguiente, un corazón que se sigue inclinando por apoyar a los mismos gobiernos a pesar de todos sus errores y eso se puede comprender con el manejo oscuro que se hace de la información.
Pero ¿cómo podemos hacer entonces para tener acceso a información que no sabemos siquiera que conocemos? La respuesta no es tan complicada, porque el gobierno no quiere que hagamos nada, por eso cada alternativa que se planea tiene un objetivo claro, limitar en mayor medida el acceso a la información, justificando con información reservada, información protegida o datos personales, riesgo de seguridad; todo cae en esos rubros, por eso todo es puede ocultar.
Y si a ello agregamos que muchos de los medios de comunicación firman convenios para solo informar lo positivo de las administraciones y omitir los datos malos; y solo cuando dejan los políticos el poder, sale la información para los ciudadanos y entonces es cuando los medios sacan las anomalías de los gobiernos.
¿Quién tiene la culpa? ¿Los medios de comunicación?, ¿el poder? ¿la ciudadanía? Todos en mayor o menos medida, unos por ocultar la información, otros por negociar con ella y otros por no buscarla.
Frente al control estatal de la información, tenemos unos medios de comunicación que se limitan pasiva y pacíficamente a las migajas que el propio Estado les proporciona, sin vislumbrar siquiera que lo poco que les dan es solo la punta del iceberg, todo lo que ocultan y que en verdad interesa a la población se reserva para revanchas políticas o nunca se sabrá.
Lo importante sería que la población recibiera la información que necesita, para tomar decisiones informadas.

Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. E-mail: giron705@hotmail.com

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