Participación ciudadana.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez
Mucho se ha hablado de participación ciudadana, tema que pareciera estar de moda, pero poco se hace por qué la ciudadanía verdaderamente se motive a participar. La pregunta es: ¿quién debe motivar esa participación?
La realidad es que la motivación debe venir de la propia ciudadanía, la participación no está motivada por otra cosa que no sea el interés del individuo de participar activamente, de manera individual y no a través de los partidos políticos y si cada individuo desarrolla esa motivación, poco a poco se van conformando comunidades participativas con intereses comunes.
La iniciativa debe ser de la población, de los individuos, de las personas que día a día sufren las malas decisiones de los gobiernos y padecen de manera cotidiana sin poder tomar parte activa para que esas decisiones tengan un impacto positivo en el desarrollo social.
Pueden surgir muchos oportunos, que utilicen la bandera de la ciudadanía para promover sus agendas personales, sin embargo, el despertar ciudadano no tiene un rostro sino el de muchos, no tiene muchas agendas particulares, solo una, la colectiva, la del interés común.
Este es el momento, ante tanta desigualdad, ante tantos discursos vacíos, en el que la sociedad debe tomar cartas en el asunto; y no me refiero a una revolución con armas y derramamiento de sangre, esas son medidas radicales que en su momento rindieron frutos, tampoco es momento de una revolución de ideas, porque las ideologías han quedado desgastadas en los partidos políticos y los límites se han desvanecido a tal grado que todas las ideologías forman parte de una sola con la diferencia del color únicamente. Ahora es el momento de la revolución de acciones, donde la sociedad tome las decisiones.
Es el momento en que la ciudadanía se auto proponga para cargos de elección popular, porque es desde ahí, desde dentro del aparato estatal que se pueden generar los cambios, porque un ciudadano, un verdadero ciudadano surgido de las filas de la sociedad y no desterrado de los partidos políticos, si puede representar los intereses de la colectividad y contar con su respaldo.
Las marchas si representan el sentir popular, pero poco logran en materia de cambios estructurales, la violencia no es el camino, pero el empoderamiento de la sociedad en los espacios de elección popular, en las regidurías, las alcaldías, diputaciones locales, diputaciones federales, senaduría, esos son espacios que pueden irse llenando con ciudadanos comprometidos con la colectividad y que tengan interés en participar, con la única camiseta de la sociedad, sin agendas ocultas.
La participación es la clave en este empoderamiento, la ciudadanía esta llamada a ser el actor principal que vaya desplazando paulatinamente a los políticos y a los partidos del control que ahora ejercen. Demostrémosles que no son eternos en esos espacios, que la ciudadanía tiene interés en participar y que de nosotros, de los ciudadanos, pueden surgir ideas para sacar adelante al país. ¿nosotros que haríamos? La ciudadanía tiene muchas propuestas y proyectos viables, solo hace falta estar en los espacios de toma de decisiones para que esas propuestas se lleven a cabo.
Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
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