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“LOS DIPUTADOS NO REBUZNAN
PORQUE DIOS ES MUY GRANDE”(SIC)
Por Elviro Muro Hernández
El licenciado , Roberto Almanza, (qepd) escribía constantemente en el periódico El Sol de Zacatecas , a su columna la denominó “ Arco Iris” .Uno de sus artículos causó polémica, en los círculos políticos de aquellas pasadas fechas. Y no era para menos ya que la evaluación de los legisladores ( algunos, yo diría, con el permiso  y respeto del licenciado, donde quiera que se encuentre)resultó reprobatoria en extremo , similar a la que le hicieron al gobernador, Alejandro Tello de   3.3, que dio pie  al título de: Los  diputados no rebuznan porque Dios es muy grande”(sic).
El título aplica a  la actual legislatura  del Congreso con el balconeo a escala nacional, en el que se exhiben como analfabetas los representantes  populares sobre el craso error  ortográfico de las “monedas de  la livertad”, que fueron acuñadas para otorgárselas a los diputados, como estímulo y reconocimiento a su labor extenuante de trabajo.
“La metida de pata, con todo y el cuadril”, trascendió más allá de  nuestras fronteras, e impresos periodísticos, radio, televisión y redes sociales. La gente  que está ávida del  morbo, más rápido que pronto  cuestionó el nivel cultural y educativo de legisladoras (dores) en son de burla sarcástica, punzante , virulenta y mordaz. En una  palabra se los comieron en gajitos, por el error de “dedo”.
Y por si no fue suficiente  ,desde el mismo Congreso del Estado,  volvieron a rayar en su analfabetismo político, echándole más  gasolina ( ta cara que está ) a la hoguera, en lugar de dejar pasar .Se trató de  justificar  la falla y defender lo indefendible, con lo que se reiteró el grado de ignorancia, una vez más.
Así que la mecha volvió a encenderse bajo las connotaciones de: “Las Medallas de la vergüenza”,” Las medallas de la Livertad”,” Las Onzas Gate”, Las trivialidades de los diputados” y otras expresiones del pópulis muy fuertes y  sentidas que no se permite publicarlas porque son sólo para mayores de 80 años de edad.Pero  mis quince lectores, que si saben “ler” y pensar decodifican el sentimiento de  los jodidos ante la opulencia de neoburgueses de pacotilla que de alguna manera  están  haciendo historia para recordarlos.

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