El gobernador es Alejandro Tello.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez
Hay cosas que no se pueden obviar, como la inopia y la impertinencia, peor cuando ambas características convergen en una sola persona y no hay quien aconseje, aún habiendo, se les ignora.
Mucho se ha hablado sobre la actitud de la primera dama del gobierno zacatecano, en relación a su conducta en al feria diferente de Tabasco, Zacatecas. Claro que fue diferente, nunca nadie ha osado ofender y en su propia casa, un acto de buena voluntad, diseñado para agradar a la señora.
Antes de comenzar a hacer referencia a lo que me resulta molesto de las actitudes de la señora, debo aclarar que en lo personal no tengo nada en su contra, ni como mujer, ni como persona, simplemente que el puesto que ocupa, el cargo público que representa pone en la mira todos sus discursos, porque sus mensajes son ampliamente observados, lo que la obliga a tener cuidado con lo que dice y lo que hace.
El problema es que nadie le ha dicho, o a nadie ha querido escuchar, la primera dama dista mucho de saber cual es su función en el gobierno. En primer lugar, habríamos de tener que recordarle que en las elecciones no votamos por ella, sino por Alejandro Tello, su marido, el es el gobernante en el fue en quien creyeron los zacatecanos, no en ella.
La figura de la primera dama es una figura honorífica, tendríamos que recordarle a la señora que la palabra honorífico deviene de la palabra honor, el honor es dignificante, una persona digna no tiene porque denostar o tratar denigrantemente a los demás, porque dejaría de ser una persona de honor. El hecho circunstancial de que ocupe ese espacio no le da la autoridad ni moral ni política para hacer comentarios ofensivos en contra de las personas que, en su entorno, con sus medios, han elaborado un número artístico por que es lo único que tienen que ofrecerle, sus habilidades, ya que no cuentan con los recursos económicos para regalarle algo que a la señora le agrade o sea de su nivel.
Es importante recalcar que el espacio que ocupa no es otra cosa que producto de una circunstancia, ella no estaría ahí de no estar casada con Alejandro Tello.
Otra cosa que pudiera ser importante señalar es que los jóvenes efectivamente estaban emulando algo, pero no a sicarios, sino un video de Justin Bieber, en donde sale un grupo de bailarines profesionales muy bien pagados bailando la misma canción de la coreografía que los chicos representaron. ¿porqué la primera dama pensó en sicarios y no en el video o en los soldados a los que el video de tan renombrado artista se imita?
Cuando la señora hace referencia al entorno de la juventud y a ver a los jóvenes vestidos de ropas mexicanas o de ingenieros habríamos de recordarle que en las fuerzas armadas hay ingenieros, médicos, enfermeras, abogados, y todos visten con ropas militares.
Que triste que la señora sienta que el pueblo zacatecano la agrede, pero no se ha detenido a pensar en lo que sienten las familias de esos jóvenes a los que ella llamó “sicarios”, que lamentable que ella piense en el daño que han sufrido su familia, pero eso lo debió pensar antes de que su marido contendiera para la gubernatura. Ellos tomaron la decisión de ser figura pública y poner sus vidas a la luz pública. Si no quería que la sociedad la criticara hubiera sido muy sencillo pensar dos veces las cosas antes de hablar.
Ojalá las autoridades presentes en el evento del municipio de Tabasco, Zacatecas, se pronuncien en contra de los actos de discriminación de los que fueron testigos presenciales, tales como el Presidente Municipal de ese municipio, el diputado federal Francisco Escobedo Villegas y la diputada local Julia Olguín Serna representantes populares de ese distrito electoral federal y local. Ojala que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas también se pronuncie en contra de estos actos que violentan el desarrollo de la familia y, en particular, de la juventud, que los denigran, prejuzgan, discriminan y estigmatizan.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez
Hay cosas que no se pueden obviar, como la inopia y la impertinencia, peor cuando ambas características convergen en una sola persona y no hay quien aconseje, aún habiendo, se les ignora.
Mucho se ha hablado sobre la actitud de la primera dama del gobierno zacatecano, en relación a su conducta en al feria diferente de Tabasco, Zacatecas. Claro que fue diferente, nunca nadie ha osado ofender y en su propia casa, un acto de buena voluntad, diseñado para agradar a la señora.
Antes de comenzar a hacer referencia a lo que me resulta molesto de las actitudes de la señora, debo aclarar que en lo personal no tengo nada en su contra, ni como mujer, ni como persona, simplemente que el puesto que ocupa, el cargo público que representa pone en la mira todos sus discursos, porque sus mensajes son ampliamente observados, lo que la obliga a tener cuidado con lo que dice y lo que hace.
El problema es que nadie le ha dicho, o a nadie ha querido escuchar, la primera dama dista mucho de saber cual es su función en el gobierno. En primer lugar, habríamos de tener que recordarle que en las elecciones no votamos por ella, sino por Alejandro Tello, su marido, el es el gobernante en el fue en quien creyeron los zacatecanos, no en ella.
La figura de la primera dama es una figura honorífica, tendríamos que recordarle a la señora que la palabra honorífico deviene de la palabra honor, el honor es dignificante, una persona digna no tiene porque denostar o tratar denigrantemente a los demás, porque dejaría de ser una persona de honor. El hecho circunstancial de que ocupe ese espacio no le da la autoridad ni moral ni política para hacer comentarios ofensivos en contra de las personas que, en su entorno, con sus medios, han elaborado un número artístico por que es lo único que tienen que ofrecerle, sus habilidades, ya que no cuentan con los recursos económicos para regalarle algo que a la señora le agrade o sea de su nivel.
Es importante recalcar que el espacio que ocupa no es otra cosa que producto de una circunstancia, ella no estaría ahí de no estar casada con Alejandro Tello.
Otra cosa que pudiera ser importante señalar es que los jóvenes efectivamente estaban emulando algo, pero no a sicarios, sino un video de Justin Bieber, en donde sale un grupo de bailarines profesionales muy bien pagados bailando la misma canción de la coreografía que los chicos representaron. ¿porqué la primera dama pensó en sicarios y no en el video o en los soldados a los que el video de tan renombrado artista se imita?
Cuando la señora hace referencia al entorno de la juventud y a ver a los jóvenes vestidos de ropas mexicanas o de ingenieros habríamos de recordarle que en las fuerzas armadas hay ingenieros, médicos, enfermeras, abogados, y todos visten con ropas militares.
Que triste que la señora sienta que el pueblo zacatecano la agrede, pero no se ha detenido a pensar en lo que sienten las familias de esos jóvenes a los que ella llamó “sicarios”, que lamentable que ella piense en el daño que han sufrido su familia, pero eso lo debió pensar antes de que su marido contendiera para la gubernatura. Ellos tomaron la decisión de ser figura pública y poner sus vidas a la luz pública. Si no quería que la sociedad la criticara hubiera sido muy sencillo pensar dos veces las cosas antes de hablar.
Ojalá las autoridades presentes en el evento del municipio de Tabasco, Zacatecas, se pronuncien en contra de los actos de discriminación de los que fueron testigos presenciales, tales como el Presidente Municipal de ese municipio, el diputado federal Francisco Escobedo Villegas y la diputada local Julia Olguín Serna representantes populares de ese distrito electoral federal y local. Ojala que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas también se pronuncie en contra de estos actos que violentan el desarrollo de la familia y, en particular, de la juventud, que los denigran, prejuzgan, discriminan y estigmatizan.
Docente Investigado de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. e-mail: giron705@hotmail.com
