Sin cuidar el Patrimonio Cultural.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez.
Cuando la división de poderes se vuelve no en un freno a los abusos del poder, sino en una justificación para obstaculizar el trabajo de los demás, es que los ciudadanos estamos obligados a exteriorizar nuestra molestia.
Zacatecas es una entidad federativa con una gran riqueza cultural, sus ricas vetas de plata, motivaron que durante el periodo de la conquista se establecieran en estos territorios asentamientos humanos que si bien es cierto saquearon nuestras riquezas minerales, también es cierto que dejaron abundancia en edificios, plazas, plazuelas, calles y callejones que además de caracterizarse por su belleza, cuentan historias que enriquecen el valor cultural de la entidad.
Aquí es donde encontramos el problema, mientras un poder, el ejecutivo protege a conveniencia los edificios coloniales, y decimos a conveniencia porque para nadie es un secreto que cuando se trata de dejar que los edificios se caigan a pedazos la Junta de Monumentos Coloniales detiene las obras de reparación con tal de que se caigan mas pronto, pero cuando se trata de sus amigos o compromisos políticos no hay requisito que no se pueda hacer un lado con tal de remodelar un edificio aunque se pierda su esencia colonial.
Es justo ahí donde interviene la división de poderes, puesto que la actualización legislativa, inclusive el diseño de un marco jurídico apropiado para la protección efectiva de monumentos con gran trascendencia en la historia de Zacatecas pueden derrumbarse ante los ojos incrédulos de la población que no se explica como la burocracia puede permitir que monumentos con gran valor arquitectónico y cultural se derrumben por la falta de recursos para su mantenimiento o su rehabilitación, cuando se gastan gran cantidad de recursos en obras que probablemente no tengan ni el valor cultural ni la importancia para la sociedad.
Ejemplo de ello podemos citar el caso del Edificio de la Torre en el municipio de Jerez que tiene mas de 4 años cerrado por considerarse de alto riesgo, pero que tampoco se han destinado recursos para su rehabilitación, por lo que al encontrarse cerrado, sin mantenimiento, corre riesgo de caerse, lo que representará una gran perdida para la cultura, historia y vida social de los jerezanos y todos los visitantes que continuamente acudían a recorrer sus salones y pasillos para conocer su historia y enriquecer su bagaje cultural.
De la misma manera, en el centro histórico de Zacatecas se encuentran aproximadamente 190 fincas con gran valor histórico que no pueden ser rescatadas por negligencia de la junta de monumentos coloniales, o por irresponsabilidad de los dueños o por falta de recursos de los particulares para realizar las reparaciones acorde a las exigencias de las autoridades.
Es prioritario para la sociedad que se garantice el derecho a la cultura de los zacatecanos, por lo que es importante que desde el congreso se destinen recursos económicos para el rescate de estos monumentos coloniales, pero que se haga de una manera racional, responsable y ordenada y no cumpliendo caprichos, muchas veces infundados de las autoridades administrativas.