Skip to main content

Cambios administrativos.

Por: Juan Carlos Girón Enriquez

Iniciamos esta semana con algunos cambios administrativos y la amenaza de algunos mas, si bien es cierto no todos los cambios son malos, siempre y cuando se hagan con un proyecto, con un objetivo, pretendiendo lograr metas más claras y/o definidas. Muchas opiniones habrá sobre los que han dejado el puesto, no cabe duda que algunas positivas y otras negativas, pero obedecían a un proyecto, a un plan pre diseñado. La pregunta obligada es si cambio el objetivo, el plan, o cambiaron los intereses de los destituidos o de la persona en el poder.
Por un lado, si nos encontramos ante un cambio de plan, lo cuestionable sería en que dirección es que se da ese cambio, si es efectivamente para mejorar o porque los intereses han dejado de ser los iniciales, lo que nos llevaría, necesariamente, a cuestionar porque los zacatecanos no hemos sido informados de dicho cambio de plan, porque si bien es cierto la democracia representativa concede a los gobernantes la posibilidad de tomar decisiones de gobierno de manera autónoma, pero también la constitución ordena que la planeación del proyecto de nación o estado Sea democrática, con la participación social,  abierto a la opinión de la comunidad, por lo que un cambio de objetivos a medio sexenio seria la violación al mandato constitucional, por no haber sido sometido al arbitrio y participación social.
Otra posibilidad, como se señaló puede estar en que las personas que son relevadas de su puesto han cambiado de intereses, pero si es así, preguntemos si este es el momento en que se dio el cambio o ya es un fenómeno que se presenta con antelación y no se había dado el cambio en espera de algo, aunque ello implicara poner en riesgo el cumplimiento de los objetivos del Estado.
Por otro lado puede ser el interés del gobernante el que ha cambiado, lo que seria igual de peligroso que las dos opciones, la primera que no consulta a la población o la segunda que cuestiona la credibilidad o trayectoria de los sujetos, pero esta tercera que cuestiona la legitimidad del interés social del gobernante, es la que nos debe preocupar, porque ponemos en manos de una sola persona la posibilidad de tomar decisiones sin control, pudiendo ser, inclusive autoritario.
Bajo esos escenarios, ninguno favorable, es más cuestionable aun el carácter de los que llegan, incluso de los que solo cambian de lugar, a pesar de que no podemos negar las habilidades técnicas que puedan tener quienes asumen un nuevo cargo, tampoco podemos hacer oídos sordos a la posibilidad de que atiendan a intereses muy particulares que no necesariamente están vinculados con los intereses o demandas sociales.
Los cambios para bien pueden ser recibidos de manera favorable cuando la estrategia política no se respalda en un discurso sin fundamento que tampoco dibuja la posibilidad de un nuevo proyecto de Estado y, aunque muchos pudiéramos decir que debemos conceder el privilegio de la duda a los que ahora asumen una nueva responsabilidad, el cuestionamiento no es a ellos ni a los que se van, sino al que asume la decisión de cambiarlos como si de ello dependiera el éxito o el fracaso de la empresa que se llama Gobierno del Estado de Zacatecas, que, como cualquier otro gobierno, tiene inercias que deben ser combatidas, potencialidades que deben ser aprovechadas y necesidades que deben ser atendidas, y al tomar decisiones sin un plan, sin una estrategia clara, sin un diseño, nos exponemos a que muchas cosas queden en el tintero y a que, una vez mas, las necesidades sociales se sigan posponiendo.
`
1 Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. e-mail: giron705@hotmail.com

Leave a Reply