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¡NO HAY MUCHA TELA DE DONDE CORTAR!

Maestro en Finanzas:
Luis Noé Maldonado Sánchez.

El 31 de diciembre de 2008 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley General de Contabilidad Gubernamental. En ese tiempo, las entidades federativas y los municipios no dimensionaron la transformación que habría de representarles las disposiciones y obligaciones previstas en esta Ley, no solo en las formas en que elaboraban sus presupuestos, su contabilidad así como la programación de sus metas y objetivos institucionales, pues con esta nueva Ley y después de diez años de su implementación, hoy es arriesgado, muy arriesgado jugar con las cifras de la situación financiera y los resultados de operación de los entes públicos que son consultadas permanentemente por diversos usuarios internos y externos ahora expertos en su interpretación. Al cierre del 31 de marzo de 2019, de acuerdo con las cifras que presenta el Estado Analítico del Ejercicio del Presupuesto de Egresos del Poder Ejecutivo del Estado de Zacatecas, en su presentación Por Objeto del Gasto, señala que a esa fecha se han pagado 2,295 millones de pesos por concepto de sueldos, salarios, prestaciones, honorarios asimilados, seguridad social, entre otros, de personal permanente y eventual que labora en la administración pública estatal y municipal. Si a eso le restamos el costo de la nómina magisterial que a esa misma fecha representa 1,736 millones de pesos, tenemos que la nómina del resto de los entes públicos estatales y municipales al cierre del primer trimestre del año 2019 es de 559 millones de pesos, es decir, que la nómina magisterial representa aproximadamente el 75% del costo total de los salarios de la administración estatal y las municipales en Zacatecas, bárbaro! ¿no crees usted?. Ante ello y la insuficiencia de recursos provenientes de la recaudación estatal y por supuesto que también la municipal, revisar la nómina del resto de las dependencias estatales aunque ayudara a sanar el gasto público erogado de manera ineficaz en el pago de salarios a personal que realiza funciones estratégicas (Secretarios y Subsecretarios) y directivas (Directores y Jefes de Departamento), sobre todo cuando se cobra como tal pero no se realizan funciones acorde a la responsabilidad que ello implica, la estrategia no resolverá el problema de fondo. En resumen pues, no hay mucha tela de donde cortar como se dice coloquialmente, razón por la cual habrá que dirigir los esfuerzos hacia la eficiencia y la eficacia con que se gasta el recurso público en el pago del salario a los maestros del Estado. Abatir las prácticas deshonestas y en general cualquier tipo de acto de corrupción contrario a la integridad en el servicio público, nunca había sido tan necesario y urgente. Por ello, las acciones vinculadas con la revisión y el control del ejercicio del gasto público deben verse con otros ojos, dejar las fobias de lado, trabajar en equipo, en alianza entre la alta administración y los responsables de prevenir, detectar, corregir, y sancionar las faltas administrativas y hechos de corrupción. También al interior de los entes públicos responsables del control interno y la fiscalización hay mucho por hacer en pro de la transparencia y la rendición de cuentas, puesto que la corrupción no distingue entre entes públicos revisores y revisados. Nos encontramos en el momento oportuno para cambiar los paradigmas que hemos arrastrado por lo menos durante 40 años, hagamos las cosas de manera diferente si realmente queremos transformar la condición en que nos encontramos, pretender continuar con el secuestro de las instituciones, de los presupuestos, de los puestos públicos e incluso el secuestro de la justicia, es lo mismo que darle la razón a aquellos que sostienen que tenemos el país que nos merecemos.