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Por: Juan Carlos Girón Enriquez.

Todo en estos momentos resulta nuevo para nosotros, y el constante flujo de información, antes que ayudarnos, parece ser perjudicial, no solo para nuestra salud mental, sino física y social, porque entablamos discusiones que probablemente no deberíamos con personas con las que probablemente nunca habíamos discutido, no sabemos si la culpa de esto lo tenga la rapidez con la que ahora nos comunicamos, la opacidad de las autoridades, o la falta de verificación de la información que se publica y se transmite, lo que si sabemos es que debemos estar atentos y ser críticos ante los escenarios que ahora enfrentamos.

Si bien, podemos ver todos los días los medios de comunicación y redes sociales a las que tenemos acceso, una alternativa es seguir, objetivamente la información que produce el Estado. Con objetivamente lo que quiero decir no es que creamos ciegamente todo lo que se nos esta diciendo, sino que analicemos la información que se nos presenta y la contrastemos con los mismos datos que ellos han presentado en anteriores ocasiones.

Se dice que México regresará a sus actividades normales, por así decirlo, el día 30 de abril, porque todo el esfuerzo que se esta haciendo en estos momentos es por aplanar la curva de contagio acumulado. Sin embargo, la curva de contagio no se ha aplanado, por lo que se justifica preguntar si seguirá el gobierno en la postura de reanudar las actividades el día 30 de abril.

Algunos órganos y poderes del Estado, han emitido comunicados sobre el regreso el día 6 de mayo, lo que es un indicador de que se esta dando largas al regreso a las actividades, pudiendo ser por las dudas que existe sobre la información proporcionada por el gobierno o bien por la posibilidad de que regresar para volver a suspender en lo inmediato pudiera ser un riesgo, no sabemos cual sea la posibilidad, pero después de un periodo de cuarentena, ¿cuál sería la finalidad de seguir alargando por 4 o 5 días más el regreso, si éste fuera seguro?

Por otro lado, se nos dice que México se encuentra en fase 2, pero cuando originalmente se plantearon las tres fases por las que atravesaría nuestro país se dijo que la suspensión de actividades escolares y laborales se daría hasta la fase 3, entonces, nos encontramos en fase 2 con medidas de fase 3 o nos encontramos en fase 3 disfrazada de fase 2. Porque también se dijo que en fase uno los contagios se contarían por decenas, en fase dos por centenas y en fase tres por miles.

Otro elemento que llama la atención es que se sigue insistiendo en que México llegará a la fase 3 en aproximadamente 10 a 15 días, por lo que la pregunta sería ¿hasta cuándo va a esperar el gobierno para hacer la declaratoria o el aviso de que se entra en fase 3 para que la población vaya tomando las medidas de protección y previsión necesarias, sin que ello implique crear pánico?

Si hay información que el Estado no nos esta diciendo, o si simplemente pretenden proteger a la población, la medida atinada sería ser claros con la información que se publica en los canales oficiales, porque el jugar con la esperanza de la población de si trabajaremos o no trabajaremos el 30 de abril puede no impactar en la salud física de las personas, pero es un golpe fuerte a la salud emocional de la población que se encuentra en su casa esperando noticias, buenas o malas por parte de las autoridades.

[1] Docente Investigador de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas. E-mail: giron705@hotmail.com