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Consecuencias de los días festivos.
Por: Juan Carlos Girón Enriquez.
Mucho nos repiten, todos los días… “Quédate en casa”, pero se les olvida decirnos que de este aislamiento no hay días inhábiles, no hay suspensiones, no hay sábados y domingos, todos los días son iguales, todos los días son para quedarse en casa, el virus no descansa, nosotros no debemos bajar la guardia.
El pasado 30 de abril, vimos como la ciudadanía relajó las medidas sanitarias y, para festejar el día del niño, salieron a la calle; contra toda recomendación, a pesar del incremento en la tasa de contagios, fue más importante acudir a las promociones de las cadenas de alimentos rápidos, sacar a los niños de la casa, poner a la familia en riesgo, todo porque como mexicanos no podemos dejar pasar una fecha de consumo.
El día del niño, si bien es un día para celebrar la infancia, la inocencia, la alegría, también es un día de conmemoración de los derechos de los niños. Derechos que, dicho sea de paso, se pusieron en riesgo el pasado 30 de abril y veremos las consecuencias en los próximos 14 días.
Mas allá de la irresponsabilidad de los padres por haber sacado a sus hijos para “celebrar” el día del niño, debemos reconocer que parte de la responsabilidad la tuvieron los restaurantes de comida rápida que hicieron promociones para que la genta asistiera a sus instalaciones a consumir, con ofertas que no habrían hecho en otros días del niño sin pandemia.
Qué las ventas han bajado, que la economía esta sufriendo, que la población necesita que la economía se mueva, los efectos serán costosos, la propagación de la enfermedad se incrementará, los hospitales y los médicos la padecerán, pero todos serán muy felices con el juguete que les dieron.
Es lamentable que a mas de un mes de haber iniciado la cuarentena, como sociedad no hayamos aprendido nada, no estemos cambiando la manera en la que vemos las cosas y percibimos la vida, no nos estemos dando cuenta que hay cosas más importantes que un juguete o que una comida en la calle.
Nuestros hijos aprenden de lo que ven, estos días son la gran oportunidad que tenemos para mostrar buenas actitudes que serán útiles para su vida futura; ellos seguirán el ejemplo y hoy es el momento de demostrarles que no es necesario poner en riesgo la salud a cambio de algo material, eso es efímero, pasajero, simple y sencillamente lo material no ha logrado sustituir un abrazo, un saludo, una visita, la confianza que teníamos en la gente.
Los niños de hoy serán los adultos de mañana, los que ya habrán padecido una pandemia, quienes tuvieron que permanecer dentro de su casa para protegerse de lo invisible y, ellos recordarán y platicaran a sus hijos, que la protección se suspende para celebrar el día del niño en una fila de una pizzería a la espera de un juguete. Como si esa fuera la escala de valores que queremos que tengan los adultos de mañana. Eso no fue lo que le enseñaron a mi generación, no me gustaría dejar esas enseñanzas a los futuros adultos.
Seamos responsables, viene el diez de mayo. Las mamás que aún viven quieren seguir viviendo y ver a sus nietos crecer, las que ya no están con nosotros, dudo mucho que quieran que te les unas o que alguno de tus seres queridos las alcance donde quiera que ellas están. Es solo una fecha en el calendario. Demuestra los valores que te han enseñado y respeta el distanciamiento social.