POLÍTICOS CORRUPTOS
Por: Isadora Santivañez Ríos
El día de hoy deseo abordar un tema del que mucho se habla, pero poco se escribe y que en los últimos años se ha asociado de manera directa a la clase política, sin embargo, no es exclusiva de la misma, me refiero a la corrupción.
Una persona es corrupta cuando daña, pervierte, soborna o causa depravaciones a otros sujetos; según lo señalan los historiadores, la corrupción siempre ha estado presente dentro de la sociedad y es considera como un problema latente que resulta imposible eliminar, en términos reales.
Es por tal motivo que sorprende enormemente ver a tantos políticos abanderar el combate a la corrupción como una de las principales luchas que habrán de librar para lograr el verdadero desarrollo de nuestro país y es en este tenor en el que resulta importante hablar de la corrupción política, la cual es una práctica en la que una persona que ostenta el poder o algún cargo público abusa de sus funciones dentro del gobierno o de su partido político para tener provechos económicos e incluso obtener ventajas en diferentes situaciones dentro del poder público.
Los actos de corrupción más comunes son el soborno, tráfico de influencias, peculado, abuso de poder, colusión, obstrucción de la justicia, nepotismo, conspiración y abuso de información, entre otros; los cuales son generados a causa de la falta de conciencia social y carencia de una educación sustentada en valores y pueden producir un impacto negativo en todos los niveles sociales.
En el año 2013, la reconocida revista estadounidense "Forbes" publicó un ranking de las 10 personas más corruptas en México, la cual es encabezada por Elba Esther Gordillo, ex líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, acusada por malversar más de 200 millones de dólares, lo que la llevó a pasar toda una administración en la cárcel y quien en la actualidad se encuentra en libertad y es una gran aliada de Andrés Manuel López Obrador.
Otro político que encabeza la lista es Carlos Romero Deschamps, quien también se desempeñaba como líder sindical y ha sido acusado de tráfico de influencias, delincuencia organizada, fraude, enriquecimiento ilícito, entre otros, ya que logró a través del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, consolidar un imperio familiar plagado de lujos y excesos; Deschamps, actualmente goza de su libertad y se encuentra viviendo en el anonimato tras su renuncia a la Secretaría General del sindicato, luego de 26 años de ostentar el cargo.
En la lista aparecen también Raúl Salinas de Gortari (absuelto), Genaro García Luna (en prisión), Andrés Granier Melo (absuelto), Tomas Yarringtón (en prisión), Humberto Moreira (absuelto), Fidel Herrara (absuelto), Arturo Montiel (absuelto) y Alejandra Sota Mirafuentes (absuelta).
Sin embargo, en los últimos años han aparecido nuevas figuras señaladas por casos de corrupción como lo son Rosario Robles, a quien se le acusa de ser artífice de la llamada “estafa maestra”, una red de desvío de recursos a través de empresas fantasma; Emilio Lozoya por el “caso Odebrecht” considerado la red de corrupción más grande de la historia al pagar sobornos a funcionarios de gobierno de 12 países a cambio de contratación de obra pública; Cesar Duarte, acusado de peculado, nepotismo, enriquecimiento ilícito, entre otras.
Los casos anteriormente mencionados, son en realidad unos cuantos en comparación al sin número de actos de corrupción que se pueden observar en los diversos niveles de gobierno y en los distintos Poderes de la Unión.
Es por eso, que motivó enormemente a la ciudadanía el principal discurso como candidato del actual Presidente de la República, el cual fue el combate a la corrupción, sin embargo, a dos años de haber ostentado el cargo, no se ha visto un combate frontal a la misma y han sido muy pocos los actores políticos que se encuentran en proceso judicial.
Tal parece que se están generando pactos de no agresión con el fin de proteger intereses personales, llegando al grado de que varios actores cercanos al mismo Presidente se han visto ya involucrados en dichos actos como lo son Pio López Obrador, René Bejarano, Manuel Bartlet, Yeidckol Polevnsky, Eva Cadena, entre otros.
Por lo visto, la promesa quedó en el discurso, y si el día de hoy es preocupante el tema de corrupción en México, es aún más lacerante la impunidad que sigue prevaleciendo, ya que mientras esta exista, no habrá madera de erradicar uno de los principales males que afecta a nuestro país.
