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EL RETROCESO DE UNA CIUDAD DE VANGUARDIA

Por: Isadora Santivañez Ríos

Desde la época prehispánica hasta la actualidad, la zona ocupada por el Valle de México ha constituido uno de los principales puntos medulares de desarrollo en la sociedad de nuestro país. La llamada Tenochtitlan fue una de la ciudades más grandes e imponentes de sus tiempos, cautivante e impresionante, destinada a ser la gran metrópoli que conocemos hoy en día.
Durante la conquista de los españoles, la Ciudad de México era una ciudad moderna, dividida en tres ayuntamientos: el Ayuntamiento de México, la República de San Juan de Tenochtitlan y la República de Santiago de Tlatelolco; los cuales se unificación bajo un solo ayuntamiento al finalizar los movimientos de independencia.
Ya en el México independiente se había consolidado como una de las ciudades más importantes e influyentes de nuestro país, hasta convertirse en 1980 en lo que fue conocida bajo el nombre de México, Distrito Federal, llegando a considerarse como el núcleo urbano más grande de México, y su principal centro político, económico, social, académico, financiero, empresarial, turístico, cultural, de comunicaciones y de entretenimiento.
La Ciudad de México, anteriormente conocida como México, Distrito Federal, fue desarrollándose a gran escala, tanto poblacional como económicamente hablando, consolidándose como el centro de influencia más importante en toda la República, esto debido a sus tradiciones, su conectividad, sus impresionantes monumentos, su dinamismo, su apertura su multiculturalidad, así como a su capacidad de adaptación al cambio.
La primera vez que pudo consolidarse como un Distrito jurídicamente sostenible fue en el año de 1997, cuando se tiene la posibilidad de que los habitantes de esta majestuosa ciudad eligieran a un Jefe de Gobierno, momento a partir del cual inicia su etapa de transformación para convertirse en un nuevo estado de la República.
El crecimiento de esta ciudad, fue tan grande que rebasó las transformaciones jurídicas y administrativas de sus tiempos, llegando a quedarse rezagadas ante su creciente dinamismo. Es por tal motivo, que durante la última década comenzaron a analizarse un sin número de propuestas para darle una forma jurídica y administrativa acordes a su relevancia y trascendencia.
Fue así como en el año 2017 entró en vigor la primera Constitución de la Ciudad de México, la cual establecía el ordenamiento jurídico de la capital de la República, constituyendo alcaldías con una figura similar a la de los Presidentes Municipales en los demás Estados de la República, dotándole a estas alcaldías atribuciones y facultades específicas.
Esta constitución llegó a ser moderna para su tiempo, tocando temas controversiales como la muerte asistida, el reconocimiento de los derechos de las personas integradas por el mismo sexo y de la comunidad LGTB+, la despenalización del uso lúdico de la mariguana, la eliminación del fuero, entre otros.
Sin embargo, hace algunos días, el Congreso de la Ciudad de México, liderado en su mayoría por la bancada de morena y sus partidos aliados, presentó varios puntos que vulneran las facultades de las alcaldías, quitándoles la posibilidad de tener libertad financiera, así como control de la policía y de temas inmobiliarios, limitando de manera automática la funcionalidad de las mismas, así como su posibilidad de ejercer un gobierno y una administración plena, autónoma y con responsabilidades específicas, que le pueda otorgar a los alcaldes condiciones similares a las de los Presidentes Municipales de los demás Estados.
De ser aprobadas estas reformas, podría darse un gran revés al importante avance que ha tenido esta ciudad en cuanto a sus facultades administrativas, generando retroceso en su desarrollo y dejándola en condiciones de vulnerabilidad e inequidad frente a los otros Estados de la República.
Esto sin tomar en cuenta que la actitud de las autoridades al mando de Claudia Sheinbaum Pardo, ha sido autoritaria y dictatorial, negándose a la posibilidad de diálogo y de generar acuerdos que vayan encaminados a consolidar una estrategia política en beneficio de los habitantes de esta Ciudad, lamentablemente se muestra un Gobierno, sin apertura, retrógrada y altamente dañino.