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Ratificación y Revocación, no son lo mismo

Por: Claudia Anaya Mota

La revocación de mandato es la herramienta de participación efectiva solicitada por un grupo de ciudadanos, para determinar la conclusión anticipada en el cargo de Presidente de la República por la pérdida de confianza y acorde con la reforma constitucional que aprobamos en 2019, es el Instituto Nacional Electoral el órgano encargado de organizar este proceso, contratar publicidad y propaganda al respecto y cabe señalar, que la ciudadanía sí puede promoverla, pero nadie en lo particular, puede contratar publicidad y propaganda, salvo en las redes sociales.

Es necesario dejar muy claro que la revocación de mandato consagrada en nuestra Carta Magna, es un instrumento de empoderamiento ciudadano, porque para que la demanda de revocación de mandato surta efecto, la solicitud debe estar respaldada con el 3% de la lista nominal de electores, que serían 2 millones 758 mil 227 ciudadanas y ciudadanos que además, deben representar al menos 17 entidades federativas.

Si este criterio se cumple, el INE verificará la veracidad y legalidad de las rúbricas para comenzar con todo el proceso electoral donde se llevará a cabo este ejercicio de revocación, que será efectivo si y solo sí, participa el 40% del total de personas inscritas en la lista nominal de electores.

Esto es lo que nos marca la Ley, pero lo que en la realidad está sucediendo, es que esta herramienta de democracia participativa, está siendo pervertida y violentada por el partido mayoritario que está haciendo una campaña permanente en las calles para promover un ejercicio de “ratificación”, que francamente, no comprendo.

Nuestras calles se están llenando de lonas, mantas, carteles con el #QueSigaAndresManuel y leyendas como: “Firma aquí para que inicie el proceso de “ratificación” o “firma aquí la 'ratificación' de mandato de AMLO” e incluso, ya hay despliegue en todo el país a través de una gran campaña que tiene como meta la presentación del libro del Presidente Andrés Manuel López Obrador titulado: “A la mitad del camino”.

Derivado de estos hechos, surgen varias incógnitas: ¿Cuál es el origen del dinero que se está ocupando para sostener una campaña nacional de esta magnitud? ¿Quién pagó la edición del libro? ¿Cuál es su tiraje? ¿Quién está pagando toda esa movilización? ¿Cuál es el fondo real de esta necedad de hacer campaña cuando la mayoría de las familias están padeciendo otros problemas y tienen otras preocupaciones qué atender?

Muestra de que las y los mexicanos estamos preocupados y ocupados en resolver el día a día, es el lento avance en la recolección de firmas. El INE ha dado a conocer esta semana que apenas va el 11% de las firmas necesarias para iniciar la solicitud ciudadana de revocación y se ha centrado únicamente en cuatro entidades y no en 17 como lo requisita la Ley. Estos estados son: Ciudad de México, Tabasco, Estado de México y Veracruz. Particularmente, en Zacatecas, van 239 firmas de las 36 mil 50 que se necesitan para cumplir con la meta.

Tengamos en cuenta que nuestra Constitución prohíbe el uso de recursos públicos en la recolección de firmas ciudadanas, así como los fines de promoción y propaganda relacionados con los procesos de revocación de mandato, toda vez que el INE y los organismos públicos locales son los únicos que pueden promover la participación ciudadana y hacer la difusión con fines informativos.as basadas en la eficacia del Poder Judicial.

*Senadora de la República.