Skip to main content

LOS ATROPELLOS DE LA NUEVA GOBERNANZA

Por: Isadora Santivañez Ríos

El trabajo ha sido para el ser humano un motor para levantarse día con día, para sentirse útil, para superarse, para demostrar y demostrarse que puede salir adelante a base del esfuerzo y sacrificio, es el tiempo que dedican las personas a la producción de algún tipo de bien o servicio y conlleva una retribución económica que le permite al individuo contar con una forma de subsistencia.
En nuestro Estado tenemos como lema principal “el trabajo todo lo vence” y no es casualidad que nuestra identidad se relacione con la clase laboral y trabajadora, ya que, desde inicios de la historia, Zacatecas se ha reconocido por ser una tierra en donde la gente noble ha destacado por su labor diaria.
Comúnmente se dice que el trabajo dignifica, y es verdad, ya que implica un esfuerzo y se define como el principal motor de la economía mundial.
Es por tal motivo que sorprende ver que, en la actualidad, la autollamada nueva gobernanza genere un sin número de atropellos para la clase trabajadora que forma parte de la burocracia de nuestro Estado, ya que desde el día uno del inicio de su administración, ha omitido pagos de quincenas a muchos trabajadores, ha retrasado los días en que llegan los salarios y se ha dedicado a despedir a personal sin ningún argumento significativo, más que el cambio de gobierno, pasando por encima de las leyes y violando de manera arbitraria los derechos laborales de la clase trabajadora.
Y todo esto ha sido permitido y solapado por el Gobierno Federal, que, a la fecha, se ha desentendido del asunto y le ha dejado la “chamba” al Gobierno local, quienes una y otra vez, han demostrado su nula capacidad para resolver un tema tan relevante para nuestra Entidad.
Primero, se dejaron de pagar quincenas, posteriormente vino una ola de despidos injustificados, luego se comenzaron a hacer señalamientos a ultranza por parte de las autoridades estatales, como una especie de justificación o pretexto para argumentar que todas las acciones que están llevando a cabo son responsabilidad de los gobiernos pasados, ya que como en cada inicio de sexenio se acostumbra, el discurso de los encargados y responsables de la administración del Estado, se enfoca en culpar a los gobiernos pasados de ser los responsables de un problema latente y actual, cuya carga recae en los gobernantes, quienes desde antes de levantar la mano, conocían o deberían conocer los problemas del Estado y evidentemente, sus posibles soluciones.
Después, los atropellos no pararon, durante una transmisión en vivo el Gobernador del Estado le dijo a todos los burócratas que eran flojos y que estaban acostumbrados a no hacer relativamente nada y meses después se dejó de brindar un derecho extremadamente significativo para los trabajadores, el cual es el tan esperado aguinaldo.
Evidentemente, las manifestaciones no se hicieron esperar y tras una serie de negociaciones se le prometió a la clase trabajadora que quedaría saldado el pago de los aguinaldos, principalmente, de los maestros de educación media superior, sin embargo, Gobierno del Estado incumplió con los acuerdos y los maestros volvieron a levantar una manifestación.
Pero la problemática va más allá del cierre de calles y vialidades, la realidad es que estamos bajo un gobierno que no ha podido cumplir con una de sus obligaciones más básicas y fundamentales, que voltea hacia el pasado queriendo buscar soluciones, que se escuda en un Gobierno Federal que no se apropia del problema y que a toda costa, busca que la soluciones caigan del cielo como por arte de magia, un gobierno que no ha agarrado el toro por los cuernos para hacer frente a esta, tan grave, problemática y cuya administración se encuentra en las mismas manos que supuestamente ensuciaron los procesos pasados.
La administración actual vive en una especie de limbo, en donde los problemas de la ciudadanía no llegan a ser sus problemas, por lo cual, no se sienten con la obligación de solucionarlos, dejando así de lado el significado que tiene la llamada nueva gobernanza, que es la interdependencia entre los Gobiernos y la Sociedad, en donde se deberían priorizar las demandas sociales, y el pago de salarios y de prestaciones es una de las principales demandas de la burocracia de nuestro Estado.
Es un atropello para la tan honorable clase trabajadora que las prestaciones no lleguen, que los condicionen, que les atrases sus pagos y que los tengan esperando lo que por derecho les corresponde, no se les están pidiendo favores a la nueva gobernanza, se le exige que cumpla con sus responsabilidades.