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Iberdrola y el cuestionamiento a las privatizaciones de empresas estratégicas

Por José Luis Pinedo Vega

La iniciativa de Reforma Eléctrica bien puede ubicarse en el ámbito de las nuevas reflexiones en materia de política de Estado. En los hechos, en varios países europeos se comienza a cuestionar la moda de la privatización de paraestatales estratégicas.
El detonador fue la escalada de los precios de la electricidad y del gas en Europa. En el 2021, de acuerdo a la Agencia Internacional de la Energía (IEA) en las grandes economías el aumento promedio en los precios de la electricidad fue de 64%.
La explosión de los precios, tuvo como epicentro, España. Las empresas eléctricas privadas encabezadas por Iberdrola, incrementaron el precio de la electricidad en 500% -de facturas del orden de 60 € por mes por familia en el 2018, llegaron hasta 315 € en noviembre 2021-.
Iberdrola se re-fundó, en 1992. Se dedica a la generación, distribución, comercialización y comercialización de energía eléctrica. Sus áreas de influencia son España, Portugal, Reino Unido, México y Europa Occidental. La revista Forbes reporta que en el 2021 el capital de Iberdrola fue 84.6 miles de millones de euros y sus ganancias del año 37.8 miles de millones de euros. Las ganancias del último año representan el 45% de su capital. ¿Cómo es que a pesar de la crisis por el covid se lograron tan altos “beneficios”?
Desde el 2013 Iberdrola, ha sido denunciada en España por manipulación de los precios de la electricidad y el gas. Pero hasta, hasta este año, 2022, está siendo investigada, por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), y su gerente José Ignacio Sánchez Galán ha sido obligado a comparecer acusado de haber bloqueado intencionalmente la producción de hidroelectricidad para imponer los precios de la electricidad en forma arbitraria. El Gobierno de España en lo inmediato nada pudo hacer para someter a las empresas privadas y tuvo que aprobar un paquete de medidas entre las cuales se destaca la baja en los impuestos de las tarifas eléctricas y promete la confiscación de los beneficios “caídos del cielo” a las empresas que acapararon el mercado de la electricidad. Incluso se habla de la nacionalización de la industria eléctrica.
Y si Iberdrola descapitalizó a los propios españoles ¿qué podemos esperar de lo que ha hecho en el nuestro país y en América Latina? No es descabellado pensar que parte de los 37.8 miles de millones los extrajeron de nuestro país, puesto que lo mismo que hizo en España lo hizo aquí. La hidroelectricidad, siendo la forma más barata de producir electricidad, fue relegada en el mercado de subastas controladas por las compañías privadas para imponer los precios. –Parte de la estrategia de Iberdorla fue no aparece como una sola compañía. Se desdobló en muchas compañías para aparentar la libre competencia y evadir impuestos y compromisos con los ejidatarios y localidades donde se instalaron. Y adicionalmente los contratos leoninos les eximían de pagar el porteo de la electricidad –el transporte de la electricidad a través de las líneas y sistemas de transmisión de CFE-.
En México no sufrimos el aumento del precio de la electricidad como lo han sufrido en Europa, porque en México el gobierno absorbió la elevación de los precios. Pero la consecuencia es que CFE no tiene capacidad de capitalización o de expansión, porque en lugar de capitalizarse está absorbiendo la elevación de los precios, mientras que las compañías privadas han amasado cantidades enormes de dinero; y para colmo ni siquiera son empresas nacionales.
España, Sede de Iberdrola, fue el epicentro del aumento de los precios de la electricidad. Y el aumento en los precios se propagó en toda Europa, porque las redes eléctricas están interconectadas y porque los precios de la electricidad se rigen, por el mismo sistema de subasta, mediante el cual las empresas controlan el mercado de la electricidad en México.
Desde fines de noviembre, a toro pasado, se tuvieron que tomar medias para palear la escalada de precios.
En Reino Unido, el país donde hasta la educación y la salud son privadas, a fines de noviembre, para detener la escalada de precios de la electricidad y el gas, el gobierno decidió nacionalizar la empresa Bulb, proveedora de electricidad y gas para 1.7 millones de consumidores.
En Francia en el 2014, producto de la ola de privatizaciones EDF, empresa estatal vendió la filial Altoms, fabricante de turbinas para reactores nucleares, a la compañía norte americana General Electric. A inicios de febrero 2022, a unos meses de las elecciones presidenciales, el Presidente Emmanuel Macron, que busca la relección, tiene como cartas fuertes para su reelección la recompra de Alstom y la construcción de 10 nuevos reactores nucleares.
Todo esto nos dice, que el tema de la soberanía están re-cobrado importancia. Y que el tema de la seguridad energética es una prioridad a nivel mundial. Y que, debido a eso, a nivel político muchos partidos han tenido que reconsiderar sus posiciones.
No hay nada extraño en que los Estados asuma la rectoría de la política energética. Esa es justamente una función de Estado.
En la Unión Europea Francia, Italia, Suecia, Países Bajos, Suiza y Alemania cuentan con entidades estatales de energía. Esto hace que la energía sea accesible a toda la población. Y a pesar de ello no han quedado exentos de la escalada de precios.
Y nuestro gobierno, con la iniciativa de Reforma Eléctrica (RE) está actuando en forma coherente, defensiva y precautoria; previniendo el futuro, y tratando de asegurar la soberanía eléctrica en México. Se trata de blindar al país de riesgos de dependencia, y de revertir, lo que ya se ha estado dando -el enriquecer a empresas extranjeras a costa del dinero de los mexicanos-. Todo ello no es otra cosa que recuperar soberanía sobre la electricidad.
Las cosas estratégicas, deberían unir a nuestro país, como sucedió con la expropiación petrolera. La Expropiación petrolera le dio a México soberanía sobre su petróleo. PEMEX se convirtió en el pilar de la economía; ningún Partido considera que haya sido un error histórico y todos estamos claros que el petróleo ha sido un pilar de la economía.
La electricidad es otro pilar de la economía, más importante que el petróleo, porque la requerimos en forma continua TODOS los mexicanos. El petróleo nos beneficia a todos, pero no en forma directa como la electricidad. La electricidad es la forma más versátil de la energía, se utiliza en iluminación, en refrigeración, en transporte en calefacción; a nivel doméstico, a nivel industrial y en los servicios públicos; de ahí su papel estratégico.
La Reforma Eléctrica le conviene al país y le conviene a todos los partidos, sobre todo si su ambición es llegar al poder; aunque parece que la oposición se asume como derrotada, porque siguen empecinados en una actitud contestataria, promoviendo el fracaso de todas las iniciativas que plantea el gobierno; cosa que es absurda. Esto los desdibuja como partidos de alternativa, pero sobre todo como partidos de derecha. Porque los partidos de derecha son nacionalistas y la soberanía es un principio nacionalista.
Una de las principales razones por la cuales se debe revisar la política energética de México es que La seguridad energética no está garantizada por mucho tiempo. México posee apenas el 0.4% de las reservas mundiales de petróleo, y el 0.1% de las reservas de Gas Natural. La exploración y búsqueda de nuevos yacimientos es muy importante para ampliar su margen de seguridad. Pero para eso es necesario disponer de capital. Y si las empresas pilares de la economía se descapitalizan, como está sucediendo con CFE y PEMEX tras la Reforma Energética de Peña Nieto, es imperativo detener la hemorragia de recursos financieros de la industria eléctrica.

*Dr. Investigador del CREN UAZ