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REGULARIZACIÓN DE AUTOS CHOCOLATE

Por: Isadora Santivañez Rios

Durante muchos años, los autos chocolate han sido un tema puesto sobre la mesa, sin embargo, pese a múltiples intentos había sido complejo lograr su regularización formal en nuestro Estado.
El pasado 19 de enero se dieron a conocer nuevos lineamientos para el procedimiento de regularización de autos usados de procedencia extranjera, en los que se otorgan facilidades y estímulos para quienes deseen nacionalizar este tipo de vehículos.
Permitiendo que los propietarios de estos carros residentes de nuestro Estado y de otras entidades federativas puedan realizar dicho trámite en módulos de inscripción vehicular instalados en las mismas, sin la necesidad de ir a las agencias aduanales, además de generar una reducción en los costos relacionados con el cambio de estatus legal de los vehículos irregulares.
Con la facilidad de nacionalizar los carros procedentes de Estados Unidos y Canadá, muchas familias de posibilidades económicas medias o bajas adquieren la oportunidad de acceder a un vehículo propio que facilite sus actividades cotidianas y les amplíe el número de oportunidades de conseguir un trabajo estable.
El hecho de que nuestro Estado fuera considerado para incluirse dentro de la lista de entidades federativas que tengan la oportunidad de realizar dicho trámite, se debe al número de migrantes zacatecanos y su influencia en nuestro vecino país del Norte.
Sin embargo, existen una serie de requisitos que deben ser tomados en cuenta a la hora de realizar el trámite de regularización, los cuales consisten en: no estar restringida la circulación del carro en nuestro país por sus características o aspectos técnicos, no ser un vehículo de lujo, deportivo o blindado, debe contar con las condiciones de protección al medio ambiente, así como encontrarse libre de reporte de robo o de cualquier vinculación con alguna carpeta de investigación o proceso penal.
Ya que sabido que estos vehículos pueden llegar a reunir cualquiera de estos aspectos, antes de haber sido ingresados a nuestro país y que frecuentemente la razón por la que son enviados a otros países como el nuestro, es tratar de limpiar cualquier rastro de los mismos.
Además, de que, comúnmente están vinculados al crimen organizado, al ser vehículos de bajo costo y que se encuentran bajo el estatus de la ilegalidad, lo cual, complica su indagatoria y facilidad para conocer la identidad del propietario.
Los autos chocolate, que circulan en nuestro Estado, al fin, podrán ser legales y las voces de muchas personas fueron escuchadas, sin embargo, es importante analizar ambos aspectos sociales y económicos para reconocer las ventajas y desventajas de la regularización. Esto, debido a que la Coparmex ha advertido sobre la inevitable caída formal del mercado en hasta un 30%, perjudicando a la industria automotriz, al generar una competencia desleal, además de que el interés del gobierno al regularizar este tipo de vehículos es beneficiar a las familias más vulnerables, y es sabido que la mayoría de los vehículos de procedencia extranjera que no se encuentran nacionalizados son de gama media y no están destinados para el campo, es decir, no son aptos para las familias más desprotegidas económicamente hablando.
Además, diversos especialistas aseguran que esta regulación no genera impuestos en ningún orden de gobierno, fomenta el contrabando rodante, perjudica al medio ambiente, beneficia a las células criminales de tráfico de vehículos, afecta la generación de empleos en el sector automotriz y disminuye las ventas de autos nuevos, fomentando una situación de impacto negativo por múltiples variantes, ya que, representa un premio a un acto ilegal y eso sigue generando el estímulo para la ilegalidad.
El debate respecto a este tema debe centrarse en el fomento al desarrollo económico y social de nuestro Estado y de nuestro país, por lo que Gobierno Federal, conociendo las implicaciones negativas que puede traer consigo la regularización, ha optado por limitarla a un número específico de vehículos que puedan ser nacionalizados, a un periodo de tiempo establecido y a un limitado grupo de Estados o entidades federativas que puedan acceder a este beneficio. Las respuestas la dará el tiempo y las veremos reflejadas en nuestros bolsillos…